L-Gante volvió a quedar en el centro de la escena policial tras ser demorado en un control de la Policía bonaerense en General Rodríguez. El episodio ocurrió el viernes 7 de noviembre, cuando efectivos detuvieron el auto negro que conducía el artista y detectaron que su licencia de conducir estaba inhabilitada.
Según fuentes policiales, el músico circulaba solo en un BMW negro cuando fue frenado en el operativo. Los agentes constataron que su registro se encontraba anulado y procedieron a retenerlo mientras verificaban la situación. La demora se extendió por más de una hora.
La intervención de su madre permitió destrabar el procedimiento: fue ella quien llegó al lugar con la documentación que acreditaba la titularidad del vehículo, tras lo cual los efectivos autorizaron la continuidad del rodado. El episodio quedó asentado en las actas labradas en el operativo.
El periodista Juan Etchegoyen difundió los detalles en su programa y remarcó que el músico conducía pese a la prohibición vigente. En paralelo, el abogado Leandro Sigal, quien en el pasado denunció al artista, advirtió que se trata de una situación legalmente grave y reclamó que la fiscalía evalúe sanciones.
Riesgos legales y advertencias
Sigal señaló que L-Gante enfrenta una “doble inhabilitación” que le impide ponerse al volante, y recordó que el incumplimiento de esa restricción podría derivar, si así lo decide un juez, en una eventual orden de detención. La fiscalía deberá determinar ahora si adopta medidas cautelares u órdenes complementarias.
Por el momento no hubo declaraciones públicas de la defensa del cantante, mientras los antecedentes y la infracción de tránsito se acumulan en un expediente que podría tener nuevas derivaciones judiciales.
El episodio, que comenzó como un control vehicular rutinario, sumó un nuevo capítulo a la serie de intervenciones policiales que marcaron el presente del artista, cuyo accionar vuelve a estar bajo revisión.



