Los efectos de la sequía en los campos de Neuquén, Patagonia Norte, dejaron de ser un pronóstico y ya se comienzan a palpar, con una caída en la parición de chivos que ronda el 45%, lo que ha repercutido casi en la misma proporción en el acopio de pelo mohair. Desde la Cooperativa Agropecuaria de Pequeños Productores de la zona centro (Zapala) confirmaron que el acopio de pelo este año no va a superar los 8.000 kilos, cuando en temporadas anteriores se llegó a los 13.000 kilos, lo que se traduce en una merma del 40% del principal producto que tienen para su subsistencia cientos de crianceros.
El aliciente podría venir por el lado de los precios, que se recuperaron en relación con el año pasado, pasando de unos 11.000 a 15.000 pesos el kilo, lo que implicaría una recuperación de un 35% en pesos. Desde la cooperativa informaron que en octubre —en promedio— las ventas fueron a un valor de 10 dólares el kilo. Pero esta semana el promedio ofrecido por los dos principales compradores fue de 9 dólares, cuando a diciembre del año pasado pagaban 9,61. El diferencial surge porque en diciembre de 2024, al final de las operaciones de la zafra pasada, el dólar se ubicaba en torno a los 1.040 pesos, y hoy está en unos 1.400 pesos. De ahí surge el mayor retorno en pesos.
Agustín Carrasco, presidente de esta entidad y que tiene su campo a pocos kilómetros de Zapala, puso como ejemplo —de los efectos de la sequía— a su rebaño de 230 animales. Solo se obtuvieron 90 chivitos, apenas un índice del 40% de parición. “Si un año viene bueno, tiene que estar arriba del 85% o 90% la parición (en su caso debería haber ‘cosechado’ 190 chivitos en vez de 90), pero hay gente que ha tenido muy poco y nada de parición”, comentó Carrasco. En algunos casos “de trescientas madres han sacado cuarenta chivitos, o treinta. Así que está bastante complicado”.
La explicación a esa reducción de los promedios históricos está en que “hubo mucha mortandad de animales y hubo muchos abortos por falta de pastura en el campo, y se complica porque la mayoría de la gente vinculada a la cooperativa trabaja con los animales, pero así es la naturaleza”.
Lana chivos

Los crianceros enfrentan una parición históricamente baja y un deterioro visible en la fibra por falta de pasturas.
El pelo mohair se caracteriza por ser muy fino y liso, tener un brillo natural y ser suave al tacto, y por eso tiene un gran diferencial de precio con respecto a la lana de oveja que, en términos generales, está logrando precios de 5 dólares el kilo, mientras que el pelo de cabra de Angora ronda los 10 dólares.
Apremiados
Pero los apremios económicos por los que pasan los pequeños ganaderos neuquinos hacen que no todos puedan subsistir o llegar hasta el momento de la venta en conjunto, y optan por entregar en las barracas de la región una parte de su producción, en su mayoría lotes de una calidad diferente, de pelo un tanto más grueso.
Así, de los 15.000 pesos por kilo que se pueden lograr en una venta asociada y mediante una licitación pública, se pasa a los 6.000 pesos. Pero gracias a ese vínculo comercial pueden abastecerse de víveres y pagar deudas.
“Se va a la barraca por falta de plata, porque muchas veces en el campo se vive de lo que se saca de producción en el campo; ahí va el pelo más grueso y tienen para el consumo de la casa”, apuntó el dirigente. Ese es el destino de un 40% de la producción de mohair de la principal zona productiva de Neuquén. Carrasco detalló que “piden algo de forraje, piden mercadería, y por ahí están medio enganchados con el barraquero y tienen que volver a la barraca a pagar las deudas; por eso el pelo grueso ya está volviendo a la barraca de vuelta”.
Como no sobra personal en la cooperativa, en vez de hacer un solo acopio anual, ahora se hace uno en septiembre y otro que terminó la semana pasada. Ahora viene el momento de “clasificarlo, pasarlo por la mesa y darle la categoría que tiene que llevar”.
En la actualidad 40 organizaciones están trabajando con la cooperativa. Hay de 15 o 20 integrantes, y otras más grandes. En su composición “hay una mezcla de todo”, entre criollos y mapuches, pero lo cierto es que “recién ahora se están incorporando algunas comunidades más para acopiar junto con la cooperativa”.
Impuestos
Las ventajas de una venta asociada a través de la cooperativa es que se comparten los gastos de los análisis y, mediante una licitación, se negocia directo con los grandes acopiadores y se defiende mejor el precio.
Logrado este nivel de organización, resulta lógico que se intente mejorar aún más la rentabilidad a través de la exportación. Desde esta cooperativa de Zapala ya se hicieron algunas experiencias, y una de ellas fue a Sudáfrica. “La idea, por ahí, es salir a exportar, pero bueno, tenemos el tema de que acá en la provincia hay que pagar mucho las exportaciones, así que no da mucho beneficio”, analizó Carrasco, quien considera que “hay muchos impuestos; entonces, por ahí no nos justifica sacarla directamente, y además en su momento hubo que hacer muchos trámites, muchas cosas, y fue mucho gasto”.
Lana chivos 1

La zafra muestra números críticos: menos chivitos, menos kilos y un mohair de menor calidad.
Al mismo tiempo de trabajar con el mohair, también se hace acopio de lana, toda con certificación de manejo y calidad según parámetros del programa PROLANA, y ese rubro “está bastante bien, porque este año vamos a estar pisando casi los treinta mil kilos”.
Falta de comida, sinónimo de menor calidad
En cuanto a la calidad, la sequía también hizo sentir sus efectos. Viene mejor el pelo de los campos cercanos a la cordillera, y con más déficit en el largo del pelo o en el grosor de aquellos que se encuentran en zonas de “travesía”, tanto hacia el este de Zapala como al sur.
“Hay partes de cordillera en que está mejor el pelo, pero hay partes de la zona de travesía que viene bastante malo, bastante seco, medio cortón, porque no ha crecido mucho por falta de comida de los animales, sobre todo de Zapala para abajo”, detalló Carrasco.
El dirigente asegura que “los campos, como están tan malos, va a costar bastante que se recuperen”, y mientras tanto “hay esperanza de que haya pasto para la vuelta de veranada. Porque nosotros salimos a la veranada, hacemos trashumancia, y si llueve o tormentea en el verano, habiendo pastura, creo que el animal viniendo en condiciones de la veranada, la chiva se aguanta la preñez y puede llegar a haber una buena parición para el año que viene”.
De gran alivio fueron las lluvias de hace una semana. Carrasco las consideró “un respiro para todos, porque fue medio general. Así que todos estamos conformes con las lluvias que vinieron”.
Fuente: Redacción +P.



