La temporada 2025 de Liniers en la Primera B fue una montaña rusa de emociones. Arrancó tranquila, trepó y estuvo a punto de quedar en la cima, pero cuando comenzó a descender, se encendieron las luces de alarma. Finalmente llegó la calma y culminó con un balance positivo, afirmándose en la categoría.
Con la base del equipo que había jugado en 2024, primera temporada en la Primera B después de 56 años, y la dirección técnica de Diego Herrero, la Topadora arrancó el Torneo Apertura con dos derrotas de local ante Villa San Carlos y Deportivo Merlo y un empate con Dock Sud.
Luego hilvanó una racha de cuatro victorias en fila (Sacachispas, San Martín, Armenio y Comunicaciones), empató con Laferrere en un partidazo (3-3), le ganó a Fénix, perdió con Flandria, goleó a Villa Dálmine, , igualó con Argentinos de Quilmes, cayó con Argentino de Merlo y venció a Brown de Adrogué.
La fecha 16 fue clave, porque Liniers llegaba tercero, a un par de puntos del líder Midland (a la postre campeón) y Real Pilar, equipos que jugaron antes de su cita con Acassuso. El Funebrero perdió con Armenio y el Monarca con Deportivo Merlo, por lo que, si el Celeste derrotaba al Quemero, quedaba como puntero. Sin embargo, Acassuso ganó por 2 a 1.
Ese fue un golpe duro para los de Villegas, porque después sufrieron derrotas con Excursionistas, Midland, Italiano y UAI Urquiza y descendieron al undécimo puesto. El aliciente es que cerraron el torneo con triunfo ante Real Pilar.
Los 27 puntos del Apertura, que los ubicaron décimo, fueron producto de ocho victorias, tres empates y nueve derrotas, con 27 goles a favor y 22 en contra.
Cambio de timón
El Celeste afrontó el Clausura con algunas incorporaciones, pero en los primeros once encuentros, sumó cinco caídas, cinco empates y un solo triunfo, por lo quedó vigésimo en la General, cerca del segundo lugar por el descenso. Así las cosas, Herrero dio un paso al costado y asumió en el cargo Marcos Flores.
El debut del DT fue con triunfo ante Argentinos de Quilmes, pero en el segundo partido, el equipo matancero fue vapuleado por Argentino de Merlo (1-5). Se recuperó con tres halagos (Brown, Acassuso y Excursio), perdió con Midland e Italiano y clausuró el año con conquistas ante UAI y Real Pilar.
Las cifras del Clausura, donde concluyó decimo tercero, fueron siete alegrías, cinco pardas y ocho tropiezos, con 21 tantos a favor y 26 en contra.
En la General, la Topadora se colocó duodécimo con 53 unidades. Totalizó 15 triunfos, ocho empates y 17 derrotas, con 48 anotaciones a favor y 47 en contra.
La base está
Los jugadores con más presencias en sendos torneos fueron Oswaldo Pacheco y Joel Torres, con 39 partidos. El colombiano se convirtió en un pilar fundamental de la defensa y solo se ausentó ante Acassuso en el Clausura, cuando llegó a las cinco amarillas en el encuentro anterior. Un dato no menor: en todos los cotejos que disputó fue titular.
Torres, que fue sancionado con una fecha por el mismo motivo ante Dock Sud en el Clausura, solo fue suplente en el primer partido del año ante San Carlos y en todos los demás ingresó desde arranque.
Los otros jugadores utilizados por los entrenadores fueron Ramiro Reynoso y Mateo Gridel, con 38; Diego Guallama y Ezequiel Gayoso, 34; William Giménez e Ignacio Sallaberry, 31; Hugo Acevedo, 30; Julián Canosa y Matías Linas, 28; Eleazar Maciel, 27; Alex Penoni, 26; Ramiro López, Lautaro Calo y Pablo Ramírez Greblo, 25; Martín Bouvier, 18; Cristian Chávez, 17; Alejo Klipauka, 16; Farid Jasni y Diego Auzqui, 15; Rodrigo Dimotta, once; Rodrigo Fumo, diez; Michael Sambataro y Santiago Palacio, ocho; David Bulacio, siete; Marcos Santa Cruz, seis; Emiliano Millamán, dos; y Lucas Villalba, Nicolás Cáceres y Thiago Caballero, uno.
Gritos sagrados
Reynoso y Guallama fueron los goleadores de la temporada con ocho goles cada uno. El delantero Linas, quien retornó a la actividad en el Clausura tras sufrir una rotura de ligamentos en la rodilla derecha a fines del año pasado, convirtió seis (cuatro de penal).
Otros atacantes, Giménez y Chávez -se desvinculó tras el Apertura- marcaron cuatro, al igual que Gridel; Pacheco, tres; Sallaberry, Penoni y Auzqui, dos; Ramírez Greblo, Bulacio, Calo, Maciel y Barreto (jugador de Sacachispas en contra), uno.
¡Tranquilos, chicos!
El conjunto de Villegas acumuló 94 tarjetas amarillas durante el año y seis cartulinas rojas. Sallaberry fue el jugador que más veces amonestaron con nueve amarillas. Lo siguen Torres y Guallama con ocho; Gridel y Gayoso, siete; Auzqui y Pacheco, seis; Maciel, López, Reynoso, cinco; Jasni, cuatro; Santa Cruz, Ramírez Greblo y Linas, tres; Chávez, Giménez, Fumo y Bouvier, dos; Canosa, Acevedo, Millamán, Calo, Sambataro, Dimotta y Caballero, uno.
En cuanto a las expulsiones, Guallama vio la roja en tres ocasiones, mientras que López, Penoni, Auzqui y Jasni, en una.
