Por la tarde-noche del jueves 13 de noviembre, Agustín Rolón, de 25 años, transitaba con su moto por la Ruta Nacional N° 3 mano a Capital Federal cuando fue atropellado por “motochorros” a la altura del kilómetro 38, en cercanías del puente de la Autopista Presidente Perón. A dos semanas del siniestro, su familia continúa el pedido de justicia para que la causa avance.
“A trece días de su muerte, todavía está la sangre de mi hijo marcada en la ruta”, aseguró Hilda Rita “Yenni” Rolón, madre de Agustín, en diálogo con El1. “Lo mataron dos motochorros que venían por colectora con una moto robada y pertenencias que no eran suyas, como una mochila y dos carteras. Mi hijo estaba cruzando en verde y lo atropellaron como a un perro”, denunció.
Según informó su madre, videos grabados por peatones registraron que, luego de embestir a Agustín, los “motochorros” cayeron de su vehículo, pero en su intento por huir fueron retenidos por testigos hasta que interviniera la policía. Luego del siniestro vial, la policía trasladó a los delincuentes en un patrullero a un hospital cercano.
“Supuestamente, ambos son menores de edad y fueron entregados a la madre. Ya los tenemos identificados, incluso en una de las imágenes se ve como sacan la moto de debajo del cuerpo de mi hijo. Pero lo que necesitamos es un video donde a ellos se los vea cruzando con la moto” explicó.


La familia exige celeridad en la causa
En este contexto, Rolón denunció que el fiscal a cargo del caso “no esperó ni siquiera una hora” para corroborar si los autores del hecho contaban con antecedentes penales. “Ellos mataron a mi hijo y enseguida estuvieron con sus madres. En tanto, yo tuve que esperar cinco días para enterrar a mi hijo”, manifestó.
Asimismo, aseguró que la causa “está parada” y que el fiscal “nunca llamó para dar explicaciones” por la liberación de los “motochorros”. “Quiero saber por qué estuvieron de vuelta con sus madres tan rápido cuando ellos son dos asesinos. Nosotros somos laburantes y eso es lo que siempre le enseñé a Agustín”, destacó.
La víctima era padre de un hijo de tres años quien, a casi dos semanas de su muerte, lo sigue esperando. “Agustín era un padre presente a quien todo el mundo quería. No sé qué le voy a enseñar a mi nieto: los asesinos de su padre no escaparon, sino que la justicia los dejó libre. Esto no fue un accidente de tránsito”, cerró.



