Para muchos adultos, una copa es parte del ritual de celebrar algo, reunirse con amigos o simplemente acompañar la cena en casa. Pero esa costumbre tan instalada quedó bajo la lupa después de que el reconocido neurólogo estadounidense Richard Restak señalara que no todas las etapas de la vida toleran igual los efectos del alcohol.
Especialista en envejecimiento cerebral, el autor de The Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind señaló una edad puntual a partir de la cual considera necesario dejar de beber de manera definitiva.
Restak sostiene que el alcohol es “una neurotoxina muy débil”, pero dañina de todos modos.
Esa característica, explica el experto, genera un impacto directo sobre las células nerviosas, fundamentales para procesos como el razonamiento, la atención, la memoria y otras funciones esenciales que sostienen la calidad de vida durante la vejez.
Por qué el cerebro envejecido es más vulnerable al alcohol
Según Restak, después de cumplir 60 años el organismo atraviesa cambios naturales que vuelven al cerebro más frágil.
En esa etapa se pierde entre un 2% y un 4% de neuronas, una disminución que puede parecer pequeña, pero que afecta áreas clave relacionadas con el procesamiento cognitivo.
El consumo de alcohol puede desencandenar complicaciones. Foto Shutterstock.También se reduce la capacidad de regeneración, lo que implica que cualquier daño neuronal, incluso leve, puede volverse más difícil de compensar.
En este contexto, el alcohol actúa como un acelerador del deterioro. El neurólogo detalla que, en personas mayores, incluso cantidades consideradas “moderadas” pueden afectar la memoria, la coordinación y el equilibrio.
Esto significa que una copa que hace años no generaba consecuencias ahora puede producir efectos intensos y duraderos.
El especialista también advierte que el consumo de bebidas alcohólicas reduce la capacidad del cerebro para procesar información con rapidez. Esto puede derivar en olvidos, dificultades para concentrarse y una mayor fatiga mental.
Además, el cuerpo metaboliza el alcohol con menos eficiencia que en la juventud, lo que provoca que permanezca más tiempo en el sistema y aumente su potencial dañino.
La edad límite que propone el especialista
Frente a este panorama, Restak no duda en marcar que “si tiene 65 años o más, le recomiendo encarecidamente que se abstenga total y permanentemente del alcohol”.
Esta sugerencia no surge solo del deterioro natural del cerebro, sino también de estudios que vinculan el consumo prolongado de bebidas alcohólicas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.
Richard Restak recomienda dejar de consumir alcohol a los 65 años. Foto Shutterstock.Otro aspecto que preocupa al neurólogo es el impacto del alcohol en la movilidad y el equilibrio. Entre los adultos mayores, las caídas son una de las principales causas de fracturas, hospitalizaciones y complicaciones graves.
El alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede alterar la estabilidad y multiplicar las probabilidades de sufrir lesiones que resulten incapacitantes o fatales.
El neurólogo concluye que, aunque dejar el alcohol puede ser un desafío para muchos, hacerlo a partir de los 65 años representa una medida concreta para preservar la memoria, mantener las funciones cognitivas activas y reducir riesgos asociados al envejecimiento.
Según su mirada, proteger el cerebro se vuelve una prioridad que comienza con decisiones cotidianas y sostenidas.

