Noche de miércoles y acción en las cámaras. El pedido expreso del gobernador contiene lo económico, financiero, pero sobre todos los aspectos lo política en materia de CONDUCCIÓN. En la superficie y en el fondo, la observación interpreta la realidad endógena. Como gesto de buena voluntad, gobernabilidad, ayer obtuvo con la mayoría simple en Diputados y el Senado la aprobación del Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal.
La frutilla no aparece y la crema se dilata porque el Endeudamiento por más de 3.000 millones de dólares es «clave, fundamental y estratégico» pero faltan manos o sobran pedidos, no llegan los acuerdos y consensos con Intendentes /as. Sería el próximo viernes el momento de «tratarlo», corriendo las agujas del reloj, porque la asunción de los /as elegidos en las elecciones de septiembre harían más complejo obtener 2/ 3 para sancionar ese instrumento. Las bancadas de La Libertad Avanza, el PRO, UCR Cambio Federal y la Coalición Cívica no prestan acompañamiento.
Los /as Jefes /as comunales quieren una tajada de la deuda que busca tomar Kicillof. El proyecto original que definía que el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal sería de un 8% de la deuda que tomaría el ejecutivo sobre un total de USD 1.990. Sin embargo, eso quedó modificado en la comisión de Presupuesto e Impuesto, donde el martes se alcanzó un dictamen y se acordó que el fondo para los intendentes sea de libre disponibilidad y que el fondo se componga no solo del artículo que pide una autorización de deuda por USD 1.990 millones; sino también sobre el artículo que solicita un endeudamiento por 1.045 millones. Ese cambio garantizaría que la masa de recursos que vaya a trasladarse a los municipios sea mayor



