El mate es parte del paisaje cotidiano argentino: está en las plazas, en las oficinas, en los viajes y en cualquier mesa familiar. Cada 30 de noviembre, esta costumbre profundamente arraigada por los ciudadanos argentinos tiene su homenaje oficial.
El Día Nacional del Mate se conmemora desde 2015, cuando la Ley 27.117 estableció la fecha en honor al líder guaraní Andrés “Andresito” Guacurarí, uno de los grandes impulsores históricos de la producción de yerba en la región misionera.
La fecha fue establecida por ley en 2015 como tributo a Andresito Guacurarí, gobernador de Misiones entre 1815 y 1819. Su figura quedó ligada al impulso productivo de la yerba mate, al desarrollo regional y a la identidad cultural de la zona.
Una fecha elegida en homenaje a Andresito Guacurari, figura clave en la historia del mate. Foto: Shutterstock.La conmemoración busca poner en valor la historia, el trabajo y la importancia económica y social que esta infusión genera en el país.
El origen del mate: de los guaraníes al presente
Mucho antes de que fuera un símbolo nacional, el mate se origina en los pueblos guaraníes, quienes utilizaban las hojas de Ilex paraguariensis, un árbol nativo de la región, para preparar una infusión con efectos energizantes y ceremoniales.
Ilex paraguariensis: la hoja sagrada que dió origen al mate.Estas hojas, que luego se conocerían como “yerba mate”, eran consumidas en rituales comunitarios y también se usaban como objeto de trueque con otros pueblos originarios.
Con la llegada de los colonizadores, el hábito se expandió por el Virreinato del Río de la Plata y más tarde los gauchos lo incorporaron como parte esencial de su rutina diaria.
Paso a paso para preparar un buen mate argentino.
Cómo preparar un buen mate
Aunque cada persona tiene su estilo, hay una serie de pasos básicos que aseguran un mate parejo y rico:
- Llenar el mate hasta 2/3 con yerba de buena calidad
- Inclinarlo para crear una “montañita” interna
- Humedecer con agua tibia antes de comenzar
- Colocar la bombilla sin moverla después
- Usar agua entre 70° y 80° para no quemar la yerba.
El ritual se completa con la figura del cebador, encargado de mantener viva la ronda y decidir quién recibe cada mate.
Declarado “infusión nacional” en 2013 por el Congreso de la Nación, el mate no es solo una infusión: es un ritual que expresa comunidad, cercanía y la forma en que los argentinos construyen vínculos cotidianos.
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