El Ejecutivo nacional autorizó una nueva ampliación presupuestaria para la SIDE por $26.117.900.000, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia que se publicó esta semana en el Boletín Oficial. Según fuentes oficiales, casi $20.000 millones del refuerzo están destinados al pago de sueldos del personal, lo que, argumentan, responde a la falta de un presupuesto aprobado desde hace dos años.
La medida llega cuando la SIDE atraviesa una crisis interna: remiten informaciones de fuertes roces en su conducción desde que su nuevo titular, Sergio Neiffert, asumió en junio pasado. Además, el organismo enfrenta un sumario por un polémico viaje a Azerbaiyán realizado por dos de sus funcionarios, cuestionado como posible uso de fondos reservados.
El presupuesto asignado contempla también rubros “menores” que despertaron críticas: entre ellos, partidas destinadas a cubiertas, prendas de vestir y utensilios de cocina, gastos que generan dudas sobre su justificación. Desde la Casa Rosada sostienen que esos montos corresponden a partidas técnicas de “gastos menores” para la operatividad del organismo, aunque reconocen que la naturaleza reservada de esos fondos dificulta el control público sobre su ejecución.
La ampliación presupuestaria de la SIDE vuelve a poner en discusión la transparencia en el manejo de los fondos de inteligencia: críticos advierten que un organismo con gastos reservados debería estar sujeto a mecanismos de control más estrictos, especialmente en un contexto de denuncias internas y cuestionamientos sobre su gestión.

