Tras el reseteo parcial en el equipo de Javier Milei después de las elecciones y los cambios obligados que marcaron los ingresos de Manuel Adorni a la jefatura de Gabinete y las salidas de Patricia Bullrich de Seguridad y de Luis Petri, de Defensa, el Gobierno se concentra en los movimientos de segundas líneas y cobra fuerza la posible salida de Sergio Neiffert de la SIDE. El vicejefe de Gabinete José Rolandi ya fue apartado.
En los próximos días se publicará en el Boletín Oficial el decreto 50, con el nuevo organigrama y nuevas secretarías y subsecretarías y otras eliminadas.
Algunos cambios se adelantaron. El ministro coordinador prescindirá de los servicios del vicejefe de Gabinete Rolandi, otro funcionario con pasado en la Corporación América y un sobreviviente de la gestión de Posse, que se recicló en el ascenso y la caída de Francos y presenció la jura de Adorni.
Su cargo, clave en la negociación de la ley Bases, desaparecería. El secretario de Relaciones Parlamentarias Oscar Moscariello -amigo de Francos y con pasado en el PRO- tampoco continuaría. La Constitución prevé que el enlace del Ejecutivo sea una dependencia de la jefatura de ministros.
Jefatura de Gabinete volverá a tener bajo su órbita a la secretaría de Prensa y Comunicaciones que hasta su breve desaparición por el ascenso de Adorni ahora dependía de Presidencia y pasará a la órbita del ex vocero.
Javier Lanari, que se desempeñaba como subsecretario del área, quedará a cargo de la dependencia aunque no oficiará como vocero, una tarea que seguirá ejerciendo Adorni.
Además, la Jefatura de Gabinete también podría recuperar el control de la SIDE, que perdió con la salida de Nicolás Posse del ministerio. El señor 8, Sergio Neiffert, jefe de los espías que antes tributaba a Santiago Caputo, ahora parece cada día más cerca de la secretaria general de Presidencia y la jefa política de Adorni, Karina Milei. Ese detalle no le garantizaría su continuidad.
En la misma línea, Adorni podría quedarse con la secretaría de Cultura de otro karinista Leonardo Cifelli. “Sería un movimiento al costado, porque en la práctica reportamos al equipo de Adorni, porque reportamos a Karina. Si es así, está ok, porque Karina manda”, se sinceran en esa dependencia.
Más improbable, pero una posibilidad latente, es que Adorni se quede también con el control de una secretaría con rango ministerial híper sensible. Se trata de Legal y Técnica, con la función de la redacción y revisión de leyes y decretos y a cargo de María Ibarzábal Murphy. “El cerebro legal” del Gobierno, como Milei la llama, llegó al Ejecutivo de la mano de Santiago Caputo, primero para ocupar la secretaría de Planeamiento Estratégico, que desapareció cuando reemplazó al fallecido Rodrigo Herrera Bravo.
Adorni ya se aseguró además el control de las secretarías de Turismo y Ambiente, que antes reportaban a Interior. Allí sigue firme por ahora el inoxidable Daniel Scioli, que llegó al Gobierno de la mano de Guillermo Francos, pero trabó una relación de confianza con la hermana del Presidente.
Otra pieza clave del armado de Karina Milei adelantó este martes su salida de la administración nacional. El presidente de LLA en la Provincia Sebastián Pareja presentó su renuncia a la subsecretaría de Integración Socio-Urbana (SSISU) para asumir su banca de diputado. La dependencia tenía a su cargo la urbanización de las más de 5 mil villas, pero las obras se paralizaron. Luis Caputo que tiene la SISSU bajo su administración -y nunca le habilitó recursos- quería eliminar la dependencia como hizo con la Secretaría de Vivienda, pero la creación del organismo por ley le impidió avanzar en ese sentido.
Pareja, que en 2024 discutió en fuertes términos con «el mejor ministro de Economía de la historia» -en palabras del Presidente- dejaría a alguien de su riñón en la Subsecretaría. En la Justicia federal perdió algunas batallas legales por la falta de ejecución de obras. El diputado que suma poder en el Congreso y en la Legislatura bonaerense, donde reemplazará a Agustín Romo como presidente del bloque de diputados, pasó este martes por la Rosada para reunirse con el ministro del Interior Diego Santilli. Ninguno de los dos oculta que quiere competir por la Gobernación.
La continuidad en Seguridad con la ministra Alejandra Monteoliva tendrá algunas excepciones obligadas. Además del ascenso de Fernando Koursnier, que pasará de ser director de Normativa y Enlace Judicial a jefe de gabinete, se suman la salida del subsecretario del Crimen, Mario Romero, y la renuncia del general retirado Raúl Silvino Contreras, titular de la Unidad Antimafia, que mantiene diferencias con el subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico, Ignacio Cichello.
Sigue siendo una duda quién quedará a cargo de de Migraciones, que Bullrich logró arrebatarle a Interior. En el Gabinete hay quienes promueven a un funcionario ajeno al armado de Bullrich, que presiona para quedarse con la ex dirección devenida en una flamante Agencia Nacional, que tendrá a su cargo el control de una policía de fronteras.
Además de la designación de Guillermo Madero como su jefe de gabinete, objetado por organismos de Derechos Humanos, el nuevo ministro de Defensa Juan Carlos Presti debe decidir sobre el resto de dependencias clave y el nombre del nuevo jefe del Ejército y el probable reemplazo del jefe del Estado Mayor Conjunto, Julián Xavier Isaac, cuyo nombre también había sonado como reemplazo de Petri.
Santilli había previsto mantener en su organigrama a Diógenes de Urquiza en Deportes, que llegó a su cargo en reemplazo de Julio Garro y por recomendación de Mauricio Macri durante la gestión de Francos. Ahora podría tomarse un tiempo y elegir un reemplazante que agrandará más la distancia con el jefe del PRO. También debe apurar el reemplazo del secretario de Provincias y Municipios Javier Milano y quién quedará a cargo del Registro Nacional de las Personas (Renaper), que logró recuperar luego de que fuera traspasado a Seguridad.
