El alcalde conservador Emmanuel Riotte ofreció 1.000 euros en vales a las mujeres que den a luz en el hospital de Saint-Amand-Montrond, en el centro de Francia, con el objetivo de evitar que la sala de maternidad cierre por falta de partos y para que las familias no deban viajar a centros más lejanos.
El servicio de maternidad corre riesgo de cierre porque registra menos de 300 nacimientos al año, el umbral legal que exige la racionalización de instalaciones médicas. Se estima que la maternidad tendrá 226 partos este 2025, una cifra que, según los médicos, no alcanza para mantener la experiencia interdisciplinaria necesaria ante complicaciones
El incentivo se entrega en forma de vales que las beneficiarias pueden gastar en comercios locales. La idea busca mantener actividad en el hospital y evitar desplazamientos hasta el centro médico más cercano, en Bourges, a unos 40 minutos en coche.
Advertencias de los sindicatos
Cuatro sindicatos médicos emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron que la seguridad de los pacientes podría estar en riesgo por la iniciativa. Los gremios representan a anestesistas, obstetras, pediatras y médicos de urgencias y señalaron que la amenaza de cierre responde a criterios de seguridad clínica.
Los sindicatos explicaron que 226 partos no garantizan la “experiencia suficiente para prevenir y abordar complicaciones potencialmente mortales” y resaltaron la necesidad de colaboración inmediata entre varias especialidades para enfrentar emergencias.
El frente del hospital de la comuna. Foto: Centre Hospitalier Saint-Amand-Montrond“Cuando oí hablar de este plan, pensé que era una broma. Me quedé impactado y preocupado. Las maternidades pequeñas pueden tener una buena reputación local, pero no pueden garantizar toda la experiencia y las instalaciones necesarias para abordar complicaciones o problemas. La seguridad de las madres y los bebés debe estar por encima de cualquier otra consideración”, dijo Mathieu Brière, anestesista y portavoz del sindicato de médicos.
Los representantes sindicales subrayaron que la elección de un servicio de maternidad no debe verse influenciada por la perspectiva de una recompensa puramente económica, y advirtieron contra medidas que prioricen la retención de partos por incentivos.
El plan del alcalde y su justificativo
Emmanuel Riotte ideó el “bono por natalidad” con la intención de que las mujeres no se vean obligadas a desplazarse a hospitales más alejados de sus hogares. El aporte se entregará en vales canjeables en comercios del municipio para impulsar además la economía local.
Emmanuel Riotte, alcalde de Saint-Amand-Montrond.La propuesta surgió en un contexto regional donde la normativa fija un mínimo de 300 nacimientos anuales para evitar cierres y concentrar recursos. Las autoridades municipales argumentaron que perder la maternidad produciría un impacto en la vida cotidiana de las familias y en la accesibilidad de la atención.
¿Por qué es una medida polémica?
Los médicos insistieron en que la seguridad clínica debe primar sobre incentivos económicos y que mantener un servicio requiere volumen suficiente de partos para asegurar experiencia y presencia de especialistas en casos de emergencia.
La propuesta del alcalde polarizó al ámbito sanitario local: por un lado, busca frenar el cierre y sostener la actividad; por otro, genera dudas sobre la idoneidad de ofrecer recompensas para influir en la elección de un centro médico.
Por ahora, el servicio de maternidad de Saint-Amand-Montrond sigue operativo pero corre el riesgo de ser cerrado si no aumenta el número de nacimientos, mientras los médicos mantienen su advertencia sobre las implicancias para la seguridad de madres y recién nacidos.

