El Gobierno publicará este viernes el decreto con el que convocará a las sesiones extraordinarias del Congreso para tratar el Presupuesto 2026 y algunas de las reformas con las que aspira a darle una nueva impronta a la segunda parte del mandato de Javier Milei.
Según explicaron fuentes oficiales a este diario, al Presupuesto se le sumarán los proyectos de reforma laboral y penal, los cambios a la ley de Glaciares que ya había adelantado el Presidente y la denominada normativa de «inocencia fiscal».
En principio, el Presidente convocará al Congreso a debatir desde el 10 de diciembre hasta fin de año y luego en un período, por ahora indeterminado, entre fines de enero y mediados de febrero. El objetivo es aprobar en primer término el Presupuesto pero luego abocarse rápidamente a las reformas que el Ejecutivo considera necesarias para dar sustentabilidad al modelo económico.
Hasta el momento sólo ingresó por mesa de entradas de la Cámara de Diputados la ley de inocencia fiscal, con la que el Ejecutivo busca crear un régimen simplificado de declaración jurada de ganancias. «Se acabó esa absurda idea de que el Estado considera a todos sus ciudadanos como criminales de manera preventiva», había explicado Milei en un mensaje televisivo grabado. El objetivo es intentar sumar dólares «del colchón» a la plaza y evitar los vaivenes en la cotización de la divisa.
Según se pudo averiguar, la reforma penal se encontraba en la secretaría de Legal y Técnica para una última revisión pero la intención del Gobierno es ponerla en debate en el período de extraordinarias que comienza el próximo lunes.
Si bien el Presupuesto ya se comenzó a discutir en el ámbito de comisión en la Cámara baja y tiene dictamen, los diputados no tienen pistas sobre el contenido del resto de las iniciativas más allá de borradores informales que han trascendido.
Uno de los proyectos más polémicos es la reforma laboral que fue redactada por distintos estamentos del Estado: desde el vilipendiado Consejo de Mayo hasta la secretaría de Trabajo de Capital Humano, que conduce Julio Cordero, y el ministerio de Desregulación y Transformación Productiva, a cargo de Federico Sturzenegger. Justamente «el Coloso», como lo llama el líder libertario, ha sido blanco de críticas por partes de los caciques de la CGT que repelen los cambios radicales que propone el economista platense como la ultraactividad, la quita de la denominada «cuota solidaria» y los cambios en el régimen de indemnizaciones, además de la reformulación de los convenios colectivos.
Los jefes sindicales no fueron convocados para una última discusión de las enmiendas proyectadas pero en cambio comenzaron con reuniones sectoriales con líderes del PJ, como Sergio Massa, pero también con los gobernadores de Provincias Unidas, como el santafesino Maximiliano Pullaro y el chubutense Ignacio Torres, con quienes se reunieron el miércoles por la tarde.
A principios de noviembre, en ocasión de un discurso del Club de la Libertad de Corrientes, el propio Milei ya había dado pistas sobre los cambios en la ley de Glaciares para favorecer la explotación minera en las provincias cordilleranas. “Los ambientalistas prefieren que uno se muera de hambre antes que tocar algo. Esta ley es para devolverles el federalismo a las provincias y que cada una determine cuál es la zona peri-glaciar”, apuntó y deslizó que la idea original de la iniciativa no había sido de ningún funcionario de su administración sino del gobernador mendocino, Alfredo Cornejo.
Pese a la desconfianza inicial entre el mandatario radical y el Ejecutivo, con el tiempo el vínculo fue armonizándose y de hecho el ex titular de la UCR fue el delegado por las provincias en el Consejo de Mayo y no dudó en aliarse a la Libertad Avanza en su provincias en las elecciones legislativas del 26 de octubre, en donde triunfaron claramente por sobre el PJ.
