El Gobierno expresó este jueves a la tarde su «más enérgico rechazo» a la llamada «Decisión Final de Inversión» de dos empresas que buscan petróleo en las Islas Malvinas. Tal como publicó Clarín, las dos compañías esperan extraer petróleo de esos yacimientos a más tardar en 2028
«La República Argentina expresa su más enérgico rechazo a la pretendida ‘Decisión Final de Inversión anunciada por las ilegítimas licenciatarias Rockhopper Exploration Plc, de origen británico, y Navitas Petroleum Development and Production Limited, de origen israelí, para el desarrollo del yacimiento “Sea Lion” ubicado en la Cuenca Malvinas Norte, costa afuera de las Islas Malvinas, sin contar con los permisos de la autoridad competente argentina», expresó el comunicado de la Cancillería, que conduce Pablo Quirno.
Cuestión Malvinas: rechazo argentino a los anuncios presentados por las ilegítimas licenciatarias en las Islas Malvinas
La República Argentina expresa su más enérgico rechazo a la pretendida “Decisión Final de Inversión” anunciada por las ilegítimas licenciatarias Rockhopper… pic.twitter.com/1f6kntTMRo
— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@Cancilleria_Ar) December 11, 2025
El comunicado recordó que «toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales renovables y no renovables en las áreas sujetas a disputa de soberanía resulta contraria a lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) y concordantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización. Dichos instrumentos reconocen la existencia de una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, e instan a ambos gobiernos a reanudar negociaciones a fin de alcanzar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a la controversia«.
Hasta ahora, había protestado el secretario de Malvinas del gobierno fueguino, Andrés Dachary, quien le pidió a la Cancillería que también se exprese en la línea del repudio a las actividades que, para la legislación nacional son ilegales.
El comunicado también incorpora otro elemento. Pide a Londres que se «abstenga de dar concesiones de explotación en la plataforma continental argentina», la contratación de proveedores de servicios, y «toda otra medida o decisión asociada a las actividades ilegales de exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina próxima a las Islas Malvinas.
Este jueves a la tarde, Quirno evaluó con el equipo de la Secretaria de Malvinas del Ministerio, Paola di Chiaro, qué hacer. Meses atrás, la Cancillería, inesperadamente, había protestado contra Navitas, la empresa de un socio del Gobierno como Israel. Ahora, no podían quedar atrás ante tan polémico anuncio de que estarán en condiciones de extraer crudo en 2028. Es un histórico anhelo de los isleños y de los británicas para compensar la merma del recurso en el Mar del Norte.
En tono duro, el comunicado advirtió este jueves que los anuncios de Navitas y Rockhopper de operar en aguas en disputa -que tal como escribió Clarín fueron publicados en la Bolsa de Londres- constituyen un nuevo acto unilateral de efectos futuros potencialmente irreversibles, teniendo en cuenta que se trata de recursos naturales no renovables». Y considera esos anuncios de «gravedad».
Por lo que «en plena conformidad con el derecho internacional, la República Argentina profundizará su plan de acción con el fin de adoptar todas las medidas adicionales, de conformidad con el derecho internacional, que considere necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses soberanos.» Es decir, eso desliza la posibilidad de sanciones, que están contempladas en la ley argentina aunque desuso.
La confirmación da cuenta de que ambas compañías tomaron lo que llaman la “decisión final de inversión (FID)” para avanzar sobre su proyecto petrolero en la Cuenca Norte de las Malvinas del yacimiento Sea Lion. Se necesitaban 1.800 millones de dólares para cubrir los costos de la primera extracción petrolera y 2.100 millones de dólares más para terminar el proyecto en el que trabajan luego de 15 años de haber descubierto la existencia de petróleo que era un viejo anhelo en las Malvinas.

