La demora en el envío del proyecto de modernización laboral que Javier Milei firmó este jueves tendrá su impacto en las ambiciones del Gobierno que esperaba celebrar la llegada del 2026 con la media sanción del Senado. Sin embargo, desde el propio oficialismo ya comienzan a proyectar un debate que se extendería hasta febrero.
En principio, Victoria Villarruel ya formalizó el llamado a labor parlamentaria para el próximo martes a las 11 con la intención de conformar al menos las comisiones de Presupuesto y de Trabajo y Previsión mientras que está en duda que se pueda avanzar con las de Minería, Energía y Combustibles y de Justicia y Asuntos Penales, para avanzar con la reforma de la ley de Glaciares y el nuevo Código Penal.
La intención del oficialismo es arrancar el próximo miércoles con el tratamiento en comisión de la propuesta enviada por el Ejecutivo, que ya comienza a hacer ruido no sólo en los sectores más duros de la oposición sino también entre los dialoguistas. En principio, la atención está puesta en el capítulo titulado «Modificaciones Impositivas», que -de acuerdo a la interpretación de legisladores de distintos espacios obligaría a que la propuesta deba ingresar por Diputados-, porque el artículo 52 de la Constitución establece que la creación y modificación de impuestos debe iniciarse en la Cámara baja.
Más allá de este punto, el principal obstáculo para cumplir con los deseos de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que viene presionando para que la propuesta tenga media sanción antes de fin de año, son los tiempos.
Según trascendió, este jueves ya se recibieron más de 100 pedidos de invitación a especialistas, sindicalistas y cámaras empresariales. La intención de Patricia Bullrich, quien presidirá la comisión de Trabajo que será cabecera en el tratamiento del proyecto, es limpiar la lista para acelerar los tiempos. Habrá que ver hasta que punto la ex ministra de Seguridad puede recortar la lista de invitados.
Bullrich asegura que «viene bien» la negociación para que la propuesta avance en comisión y se cumpla con el plan, pero entre los aliados hay cautela, porque aún estudian la letra chica del proyecto, pero también preocupación, porque entienden que los plazos son ajustados.
Entre los radicales y el PRO ven como positivo el espíritu de la reforma pero no hay predisposición a avanzar con un trámite exprés de una reforma laboral, que de generar algún contratiempo a futuro será difícil de modificar. Por eso, más allá de la ansiedad de la Casa Rosada, entre los dialoguistas ven pocas chances de que la propuesta tenga media sanción dentro de este período de extraordinarias. «Nos tomaremos el tiempo que sea necesario», avisó una senadora consultada por Clarín.
Por lo pronto, los senadores evitaron fijar posición sobre el proyecto enviado por el Gobierno, a excepción de la bancada peronista que comanda José Mayans, que tras recibir a la nueva cúpula de la CGT confirmó su rechazo a la iniciativa. Este jueves se reunió con los representantes de la CTA Autónoma, encabezada por Hugo “Cachorro” Godoy, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, de Hugo Yasky, y se espera que siga la ronda de encuentros con los sindicatos.
Es que la posición de los gremios puede marcarle el timing que tendrá el oficialismo para alzarse con la ley de modernización laboral. Por ahora, La Libertad Avanza (LLA), que tiene un bloque de 21 senadores con la incorporación de Luis Juez a través de un interbloque, podría contar con algunos aliados de la UCR y del PRO.
Sin embargo, es una verdadera incógnita cómo se posicionarán los senadores de Santa Cruz José Carambia y Natalia Gadano como la chubutense Edith Terenzi, que está alineada con el gobernador Ignacio «Nacho» Torres, y la salteña Flavia Royón. Incluso, la senadora que presentó este jueves su monobloque Primero los Salteños transmitió la necesidad de avanzar en una modernización de la contratación laboral para atraer inversiones y generar nuevos puestos de trabajo, pero aclaró que sería un error avanzar «con apuro e improvisación».
En realidad, el Gobierno si suma a su tropa junto a los 3 del PRO y los 10 de la UCR, quedaría a 3 votos de alzarse con la media sanción y tiene un lote de 10 senadores que pueden ser clave para la definición. En ese grupo están los santiagueños de Gerardo Zamora, la neuquina que responde a Rolando Figueroa, los misioneros que tienen línea directa con Carlos Rovira y la tucumana Beatriz Avila, que pasó a formar parte del team de Osvaldo Jaldo.
Por eso, Bullrich mantiene la expectativa de que podrá cumplir con la primera misión que le delegó la Casa Rosada en su desembarco en el Senado, donde también hace equilibrio para evitar profundizar la interna con Villarruel después de un comienzo con algunos cortocircuitos.
Si pasa el filtro del Senado, la propuesta llegará a Diputados, donde Martín Menem y sobre todo el Gobierno deberán negociar para conseguir los votos. Pero eso será para más adelante.
Patricia Bullrich trabaja en el armado de la mayoría para aprobar la reforma laboral. Foto: Federico López Claro.
Presión opositora para que la reforma laboral ingrese por Diputados
Distintos sectores de la oposición salieron al cruce del proyecto de modernización laboral impulsado por el Gobierno y cuestionaron su ingreso por el Senado porque entienden que debió presentarse en la Cámara de Diputados ya que incluye modificaciones tributarias.
La polémica fue generada por un capítulo titulado Modificaciones a leyes impositivas, que según explicaron desde el Senado deroga normas tributarias.
Lo cierto es que ese artículo generó preocupación hasta en los propios aliados del PRO y la UCR ya que prevé modificaciones al IVA y al Impuesto a las Ganancias. En rigor, la propuesta prevé una rebaja en el Impuesto a las Ganancias, tanto para pymes como grandes empresas, para ejercicios que comienzan el 1 de enero de 2026. Mientras que se proyecta una exención del IVA para la energía eléctrica utilizada en sistemas de riego del sector agroindustrial.
El bloque de Convicción Federal, a través de la jujeña Carolina Moisés insistió con que el proyecto debe ser ingresado por la Cámara baja como lo establece el artículo 52 de la Constitución por tratarse de una propuesta de carácter impositivo.
«Antes de debatir el contenido, tenemos la obligación institucional de garantizar que el proceso sea constitucional. Si el Ejecutivo incluyó materia impositiva, el Senado no puede abrir el tratamiento», alertó Moisés.
— Esteban Paulón (@EstebanPaulon) December 11, 2025
A la senadora se sumó el reclamo del diputado de Provincias Unidas Esteban Paulón, quien intimó al jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y a la vicepresidenta Victoria Villarruel para que retiren el proyecto de ley de modernización laboral y la presenten por Diputados.
De acuerdo a lo explicado por el santafesino, la iniciativa incluye reformas en cargas y contribuciones además de modificaciones en Ganancias e IVA.
Según la Constitución toda modificación en materia tributaria debe iniciar su trámite por la Cámara baja, aunque en este caso, desde el oficialismo fundamentaron que no se encuentra alcanzado porque no se está creando un nuevo impuesto.

