Un descuido en la cocina o el mal uso de pirotecnia puede desencadenar situaciones que perjudican la vida de las personas para siempre; sobre todo, de niños y adolescentes.
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Redacción El País
Las celebraciones de fin de año suelen traer consigo reuniones, luces, preparativos y un ritmo cotidiano alterado. Pero también coinciden con un incremento de accidentes que afectan especialmente a niños y adolescentes. A las advertencias habituales por el uso de pirotecnia se suma, cada diciembre, un aumento de quemaduras dentro del hogar vinculadas a descuidos cotidianos.
Las autoridades sanitarias mantienen la alerta debido al impacto que estos incidentes tienen en menores de edad. En ocasiones, los casos reportados incluyen episodios en los que los adultos responsables se encontraban bajo los efectos del alcohol, un factor que incrementa los riesgos. Las cifras recientes muestran que, aunque no se han informado fallecimientos ni intoxicaciones graves por sustancias como fósforo blanco o alcohol adulterado, la cantidad de lesionados continúa siendo motivo de preocupación.
La distribución de casos suele variar año a año, con registros más altos en zonas urbanas donde la pirotecnia es más utilizada o en localidades que mantienen celebraciones tradicionales con fuego. En muchos municipios, las autoridades realizan operativos preventivos, pero aun así se reportan quemaduras, amputaciones y lesiones oculares vinculadas al mal uso de fuegos artificiales.
Accidentes domésticos: un riesgo que aumenta en diciembre
Más allá de la pirotecnia, los servicios de salud advierten sobre otro problema que cada año cobra relevancia: las quemaduras domésticas. Los equipos de cirugía plástica y especialistas en quemados señalan que diciembre continúa siendo el mes con mayor incidencia de lesiones pediátricas dentro del hogar. Incluso heridas aparentemente pequeñas pueden dejar secuelas permanentes si no son atendidas por profesionales desde el inicio.
Los líquidos hirviendo son, según estos especialistas, la causa más frecuente y severa de quemaduras en niños de entre 2 y 5 años. Los accidentes suelen ocurrir durante la preparación de comidas, por derrames accidentales, por el uso de velas, o por recipientes calientes que quedan al alcance de los niños durante reuniones familiares.
Un descuido en la cocina o un recipiente con agua o aceite hirviendo puede provocar lesiones profundas en cuestión de segundos, advierten los profesionales del área de cirugía plástica y reconstructiva.
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Las complicaciones asociadas van mucho más allá de la herida inicial. Entre las secuelas más comunes figuran cicatrices permanentes, queloides, retracciones de la piel y contracturas en párpados, cuello o manos que pueden afectar la movilidad y, en el caso de los más pequeños, incluso interferir con su desarrollo. Algunas lesiones requieren cirugías reconstructivas para recuperar funciones o corregir deformidades; otras pueden complicarse con infecciones cuando no reciben el tratamiento adecuado a tiempo.
Los especialistas recuerdan que uno de los mayores problemas es el manejo incorrecto de las quemaduras en el hogar. Entre los errores más frecuentes se encuentran aplicar sustancias caseras como crema dental, aceite, café, sábila o tierra; reventar ampollas; arrancar piel desprendida; o no retirar la ropa manchada con aceite caliente. También es habitual que algunas familias demoren la consulta por temor a sanciones o a ser cuestionadas por el accidente.
Ningún remedio casero cura una quemadura. Enfriar la zona con agua a temperatura ambiente y acudir de inmediato a un centro de salud puede marcar la diferencia entre una lesión superficial y una secuela permanente, enfatizan los especialistas.
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Recomendaciones para prevenir lesiones en niños durante las fiestas
Para reducir los riesgos, los equipos de salud reiteran una serie de medidas esenciales:
- Mantener a los niños alejados de la pirotecnia y evitar por completo que la manipulen.
- Extremar cuidados en la cocina y no dejar ollas, termos o recipientes calientes al borde de mesas o mesadas.
- Revisar instalaciones eléctricas y evitar sobrecargas relacionadas con luces navideñas.
- Ubicar velas y adornos con fuego lejos del alcance infantil.
- En caso de quemadura, enfriar la piel entre 10 y 20 minutos, no aplicar remedios caseros y concurrir cuanto antes a una emergencia.
La recomendación final de los especialistas es clara: una consulta temprana puede cambiar por completo el futuro de un niño que sufre una quemadura.
En base a El Tiempo/GDA
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