Uno de los saldos que dejó la pandemia de Covid, paradójicamente con el resultado de haberla controlado, fue la caída de la confianza de la población en las vacunas. Esa desconfianza arrastró no sólo a los inmunizantes contra el coronavirus, sino a otros tantos que combaten una gran cantidad de enfermedades. Tal como informó Clarín en una nota reciente, hubo una importante caída de la cobertura vacunal. Es en ese contexto que ahora el Gobierno tomó una drástica decisión, con nuevas reglas en un área clave.
El Ministerio de Salud de la Nación aprobó un nuevo reglamento para la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que se publica este martes en el Boletín Oficial. “El objetivo es ordenar su funcionamiento y recuperar la gobernanza en la toma de decisiones sobre políticas de vacunación”, dijeron a Clarín fuentes de la repartición que lidera Mario Lugones.
Agregaron que “desde este rol de rectoría, el Ministerio de Salud de la Nación busca equilibrar los múltiples intereses de los participantes de la CoNaIn e incentivar un vínculo más estrecho de colaboración con las instituciones académicas”. Cuando Clarín indagó sobre la alusión a “múltiples intereses”, las fuentes oficiales prefirieron no hacer aclaraciones.
La CoNaIn, que funciona desde el año 2000, seguirá siendo como ahora un órgano consultivo y no vinculante, pero tanto desde lo formal como desde la práctica todo indica que sus atribuciones actuales se verán recortadas. “La responsabilidad técnica y decisoria en materia de inmunizaciones corresponde al Ministerio de Salud de la Nación. La CoNaIn no ejercerá funciones decisorias, ejecutivas ni regulatorias”, subrayaron desde el Gobierno.
Desde el punto de vista formal, funcionará como grupo consultivo en el ámbito de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI) y la presidencia será ejercida por el titular de esa dirección. Además, “contará con un Núcleo Científico Central (NCC) responsable del análisis de la evidencia y de la formulación de recomendaciones, conformado por cuatro miembros titulares y sus respectivos suplentes, elegidos entre los candidatos propuestos por las Facultades de Medicina de las Universidades de la República Argentina”.
La infectóloga y epidemióloga Angela Gentile, actual presidenta de la CoNaIn. Foto: Luciano ThiebergerDe esa manera dejará de funcionar la actual conformación de la CoNaIn, integrada por un núcleo central que duplica en cantidad lo que será el nuevo y que hoy está integrado por Angela Spagnuolo de Gentile (presidenta), Ana Ceballos, Mirta Roses, Andrea Uboldi, Daniela Hozbor, Gabriela Barbas, Guillermo Docena e Ignacio Maglio. Bajo el viejo reglamento, los miembros eran elegidos por el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
Desde ahora, las Facultades de Medicina elaborarán una terna por cada vacante. “La DiCEI analizará las ternas propuestas y, en función la pertinencia técnica o de la coyuntura sanitaria del país, conformará un orden de prelación para seleccionar a los miembros”, explicaron las fuentes y agregaron: “La DiCEI podrá convocar a grupos de expertos, investigadores, organismos técnicos o instituciones nacionales e internacionales, que integrarán la CoNaIn de manera temporal, con el propósito de brindar asesoramiento específico”.
Las funciones que tendrá la CoNaIn
Hasta hoy la CoNain tenía un mayor margen para proponer temas para su tratamiento. Si bien esas recomendaciones no son vinculantes, lo escrito en las actas por los expertos siempre ha implicado un elemento de presión para el Gobierno en caso de contradecir la voz de los expertos. Ahora, “las tareas de asesoramiento serán a pedido de la DICEI”, dijeron en el Ministerio.
Ese punto de partida será clave, ya que luego el trabajo será similar: “Emitir “recomendaciones científicas en respuesta a requerimientos técnicos relacionados con la introducción, modificación o retiro de vacunas en el calendario nacional o sobre temas que requieran el aporte científico de la CoNaIn en el marco de sus competencias”.
La vacunación viene en caída desde la pandemia y cuesta recuperar la cobertura.También, “asesorar sobre la administración de vacunas y esquemas de inmunizaciones, incluyendo aspectos técnicos vinculados a pautas de aplicación, intervalos, dosis, contraindicaciones, conservación, almacenamiento y vigilancia de eventos supuestamente atribuibles a vacunas e inmunizaciones”.
Se suma la competencia de “contribuir con evidencia y criterios en el análisis e interpretación de la información epidemiológica ante situaciones sanitarias específicas o brotes”, además de “revisar y evaluar evidencias científicas emergentes relacionadas con el desarrollo de nuevas vacunas, plataformas tecnológicas o estrategias de inmunizaciones que puedan tener impacto en las decisiones nacionales”.
Por último, las fuentes oficiales consultadas dijeron que “la medida apunta a consolidar un Estado más ordenado y eficiente, que toma decisiones sanitarias con respaldo técnico claro, reglas explícitas y responsabilidad institucional definida”.
Clarín intentó hablar con varios miembros actuales de la CoNaIn. “Nos enteramos por el Boletín Oficial, nadie sabía nada. Deja de ser una comisión independiente”, fue la breve respuesta de uno de los integrantes. Ante la pregunta sobre si hubo algún cortocircuito con el Gobierno en el último tiempo, señaló: «El principal problema fue que no llamaron más a reuniones a pesar de que insistimos por dengue y ahora influenza«.
PS
