La Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que funciona desde el año 2000, es la encargada de formular recomendaciones en materia de inmunizaciones en Argentina. El lunes pasado, el Gobierno dio a conocer un nuevo reglamento que le quita independencia al organismo. Tras algunos días de silencio, sus miembros acaban de realizar un fuerte descargo a través de un comunicado y dicen que existe un “potencial impacto en las coberturas de inmunización”.
“Los integrantes de la CoNaIn siempre han desempeñado sus funciones de manera estrictamente ad honorem, sin percibir remuneración alguna por su participación, lo que históricamente ha constituido una garantía adicional de independencia técnica, compromiso con la salud pública y ausencia de incentivos económicos que puedan condicionar la formulación de recomendaciones”, dice el texto del comunicado.
Dicho párrafo parece una respuesta a uno de los argumentos oficiales en cuanto a la transparencia de este cuerpo, cuando afirmó que “el Ministerio de Salud de la Nación busca equilibrar los múltiples intereses de los participantes de la CoNaIn e incentivar un vínculo más estrecho de colaboración con las instituciones académicas”.
El comunicado de la CoNaIn dice ahora que “la reciente aprobación del nuevo Reglamento de Funcionamiento y Composición de la CoNaIn (diciembre de 2025) introduce modificaciones sustantivas que alteran de manera significativa la naturaleza y el funcionamiento histórico de este organismo asesor”.
Destacan en particular que “el nuevo reglamento establece que la Presidencia de la CoNaIn sea ejercida de forma permanente por el titular de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), con facultades de convocatoria, coordinación, voto y validación de las recomendaciones. Asimismo, se dispone que la evaluación, priorización y definición de los criterios técnicos aplicables queden bajo competencia exclusiva de dicha Dirección, que podrá aceptar, modificar o desestimar las recomendaciones formuladas por la Comisión”.
El ministerio que encabeza Mario Lugones tendrá mayor control sobre la CoNaIn. Foto: Juano TesoneSeñalan que este rediseño institucional implica “una dependencia jerárquica y funcional directa de la CoNaIn respecto de la autoridad ejecutiva, lo que debilita su rol como órgano asesor técnico independiente y reduce su capacidad de deliberación autónoma basada en evidencia científica”.
Críticas a la nueva estructura
Por otra parte, critican que el nuevo esquema “modifica de manera sustancial” la composición de la Comisión. “El Núcleo Científico Central queda reducido a cuatro miembros titulares y sus respectivos suplentes, seleccionados exclusivamente a partir de ternas propuestas por Facultades de Medicina, mediante un proceso altamente centralizado y sujeto a múltiples instancias de validación administrativa”.
Sobre este punto indican que “se elimina la participación estable de organismos técnicos nacionales e internacionales de reconocida trayectoria, como la ANMAT y la OPS, así como la representación formal de las jurisdicciones provinciales y la participación de las sociedades científicas, cuyas intervenciones son clave para la calidad de las recomendaciones”.
Y agregan que “la reducción de la pluralidad disciplinaria e institucional representa un retroceso en términos de diversidad de enfoques y robustez técnica del asesoramiento”. Hasta ahora el núcleo central de la Comisión lo integraban Algela Gentile (presidenta), Ana Ceballos, Mirta Roses, Andrea Uboldi, Daniela Hozbor, Gabriela Barbas, Guillermo Docena e Ingnacio Maglio.
La infectóloga Angela Gentile, presidenta de la CoNaIn. Foto: Luciano ThiebergerLa CoNaIn destaca en su comunicado que “a lo largo de los años ha contribuido a importantes logros que se traducen en uno de los mejores Calendarios de vacunación de las Américas, en esta gestión”, con el fortalecimiento del Calendario Nacional (CNV) que desde 2015 cuenta con 20 vacunas gratuitas y obligatorias.
Por último afirman que el nuevo reglamento afecta “de manera sustantiva el carácter asesor independiente, plural y federal que históricamente ha definido a la CoNaIn, con potencial impacto sobre la calidad técnica, y la confianza pública en las políticas nacionales de inmunización”. Una confianza que ya viene en caída y que se observa en las tasas de cobertura.
Y agrega: “En un escenario de bajas coberturas de vacunación con aparición de brotes de enfermedades inmunoprevenibles debemos focalizar los esfuerzos en fortalecer las instancias técnicas, el trabajo multidisciplinario de todos los actores del sistema sanitario y la confianza en vacunas de la población. Si se debilitan las estructuras técnicas los riesgos son crecientes como ya lo ha demostrado la experiencia internacional”.
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