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miércoles, febrero 5, 2025

Vasco Urionagüena: de Ringo Starr a Yupanqui y Nenette.

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El músico Martín Urionagüena dedicó un tema a Nenette Fitzpatrick, la mujer de Atahualpa Yupanqui con su dúo Mönoblok. En la grabación de “Canción para Nenette” (ver video) participaron “Kolla” Chavero (hijo del matrimonio), Ricardo Mollo (Divididos) y otros músicos bonaerenses. En diálogo con VIVE, el baterista argentino habló de este primer lanzamiento del dúo que comparte con Diego Castelli, del origen de su pasión por la obra del folclorista y de cómo llegó a colaborar con Ringo Starr en los festejos de su cumpleaños.

Para ingresar al mundo de “El Vasco”, como lo conocen a Martín en el circuito musical, hay que saber que no existen para él los límites estilísticos y que nunca acepta un “No” como respuesta. En su infancia en San Fernando (provincia de Buenos Aires) escuchaba a Los Beatles como parte de “una paleta de opciones muy grande” en la que también figuraban AC/DC, Def Leppard y Boney M, y a la que luego se sumarían Rush y Genesis, entre otros (mirar entrevista en YouTube).

La experiencia beatle

Tras su paso por Viticus a comienzos de los 2000, Martín integró MAD, banda de hard rock con la que tocó en Liverpool en 2009. Viajaron invitados por Julia Lennon, la hermana de John para tocar en la plaza Williamson Square en un evento de las Naciones Unidas.

Cuando llegó a la ciudad del Noroeste de Inglaterra cuna de The Beatles, El Vasco caminó sus calles, pasó por el  club de rock and roll The Cavern, visitó la tumba de Eleanor Rigby y, una vez adentro de la iglesia St. Peter’s, fue atravesado por una energía poderosa.

“En ese metro cuadrado donde el universo musical de la humanidad hizo big band el día que se conocieron Lennon y McCartney”, describió Urionagüena, me cayó un rayo y me pegó de una forma en que no se me fue más esa electricidad del cuerpo.”. Al día siguiente se tatuó al cuarteto en el hombro derecho. “Me lo tengo que hacer en este momento y en Liverpool, porque sé que esta electricidad me va a acompañar por el resto de mi vida”, pensó.

Ni se le cruzaba por la cabeza que en algunos años conocería a Paul y a Ringo, y que se convertiría en colaborador de su colega baterista a partir de 2017.

Cuando Richard Starkey celebró sus 77 años, El Vasco se encargó de coordinar los festejos mundiales del cumpleaños del inglés. En 2017 Martín tocaba en el grupo Nube 9 y conocía al beatle desde 2016, merced a su trabajo con Bryan Ray, el guitarrista de McCartney que lo invitó a girar junto al equipo de Macca por Japón, Colombia, Alemania y otros países. En un show en Filadelfia le presentaron a la manager de Ringo y eso le posibilitó conocerse con el baterista que actualmente tiene 82 años.

Nos caí­mos bien mutuamente con Ringo y le propuse colaborar con él extendiendo la celebración que hacía cada 7 de julio (día de su cumpleaños), por la Paz y el Amor” – declaró Martín a VIVE. “Dejar de hacerlo solamente en Los Ángeles, donde él estaba, hacer uso de la tecnología, de las redes sociales y extenderlo a distintas ciudades del mundo. Yo selecciono a las personas participantes y coordino que todo salga bien cada año. Y en la mayoría de las veces, además, ese día me invita a estar junto a él en la celebración de Los Ángeles, con sus amigos músicos y su familia.”, agregó el argentino.

¿Qué se te juega en cada encuentro con Starr?

El más difícil fue el primero, como suele pasar con tantas cosas en la vida, ¿no? Todos me decían: no te van a salir palabras, te van a temblar las patitas y yo dije: soy un tipo superado, entrenado en las relaciones públicas, no me va a pasar. Sin embargo, la predicción fue totalmente correcta. Me pasó también con McCartney cuando lo vi. A Paul lo conocí un año antes que Ringo, en el camarí­n, en un show en EEUU y me pasó un poco menos porque Paul te da más temas de conversación y te hace olvidar un poquito más rápido qué estás hablando con un beatle.

El rayo Yupanqui.

Martín Urionagüena y Diego Castelli en Cerro Colorado

En 2022, El Vasco Urionagüena y su amigo Diego Castelli (bajista en MAD), dieron a conocer la primera creación de su proyecto Mönoblok. “Canción para Nenette” es un homenaje a Antoinette Paule Pépin Fitzpatrick, la pianista y compositora nacida en la isla de San Pedro y Miquelón, territorio francés sobre la costa canadiense, que en 1942 se conoció con Atahualpa Yupanqui en Tucumán. Según su hijo, Roberto “Kolla” Chavero, ella compuso la música del clásico “Luna tucumana”, más allá de que en SADAIC figure como “Versionista”. El origen del tema pensado y creado para Nenette, remite al hallazgo de un caset en el que el padre de Urionagüena grabó su pena en palabras, tras la muerte de su admirado Atahualpa.

Canción para Nenette es una directa consecuencia de este pico de fanatismo que tuve cuando entré en todo el universo Yupanqui después de fallecer mi viejo”, aseguró Martín, y agregó: “y el detalle de color surrealista, es que ordenando las cosas de mi viejo que había partido, encontré un caset en un cajón de su dormitorio, escrito de su puño y letra en la lámina de papel, que él había grabado para no mostrárselo a nadie, para no dárselo a su único hijo, que era yo, para no dárselo a su esposa”.

El 25 de mayo de 1992, Hilario José Urionagüena grabó 42 minutos de monólogo frente a un grabadorcito de periodista, “dos días después de que había partido a la eternidad Don Atahualpa Yupanqui, despidiéndose de su ídolo, de la persona que él consideraba que le había dado tanto y que le había enseñado tanto.”, declaró su hijo músico, y agregó fulminante: “Yo encontré ese casete y me cayó otro rayo que me metió de lleno en esto.”

¿A qué se dedicaba tu papá?

Empezó siendo camionero. Venía de un estrato social extremadamente pobre; mi abuela materna le pedía a los vecinos las bolsas de papas, en el río Carabelas, en el delta de San Fernando: las cortaba, las abría y con esas bolsas blancas les cosía los guardapolvos para que fueran a la escuela en lancha. De ese nivel de complejidad social y socioeconómica pasó a ser camionero. Pidió plata prestada y se compró un Bedford, en una época en donde en la Argentina ser camionero era ser camionero: no había aire acondicionado, no había suspensiones hidráulicas, no había camas cómodas ni amplias cuchetas.

Quien en 1969 fuera uno de los fundadores de Urionagüena Hermanos e Hijos, la empresa de forestación y aserradero que dio el puntapié inicial a lo que hoy es el Parque Industrial Tigre, recorrió todo el Norte argentino como camionero, y al decir de su hijo Martín, “sufriendo todas las vicisitudes que se te puedan imaginar, y escuchando Atahualpa Yupanqui cuando podía, en la forma que podía”.

“Por eso para mi viejo Atahualpa Yupanqui fue más que simplemente un músico que le daba la música, hasta incluso lo guiaba geográficamente, porque le abría horizontes que él cuando tenía días libres. Y Atahualpa con sus canciones le creaba el germen y la necesidad a mi viejo, la curiosidad de ir a conocer el valle del Tafí, las quebradas en el Norte, las paletas de esos cerros multicolores.”

“Los camioneros en esa época tenían muchas más horas muertas que hoy en día, por eso conoció a mi vieja”, amplió El Vasco, a la vez que reveló su origen: “yo fui engendrado en la cucheta del Bedford, en algún lugar de Cuyo.”

En el Cerro Colorado

La pareja y socia creativa de Yupanqui, Antoinette Paule Pépin Fitzpatrick, comenzó a usar el seudónimo Pablo del Cerro a fines de los años 40: con su esposo pensaron que en un ambiente machista no sería bien visto que Don Atahualpa compartiera cartel con una francesa con la que, además, no estaba casado legalmente. Eligió Pablo por su nombre Paule, y Del Cerro por su amado Cerro Colorado, el lugar del norte cordobés en el que vivió el matrimonio. Hasta allí llegaron Urionagüena y Castelli para conocer al hijo de la pareja, Roberto “El Kolla” Chavero, e invitarlo a ser parte de esta aventura tocando la guitarra de su padre.

Diego Castelli, Kolla Chavero y Vasco Urionagüena en Cerro Colorado.

“Llamémosle, de cajón”, dijeron los Mönoblok, porque le querían dar una base de guitarra criolla a Canción para Nenette. “La guitarra tiene que ser la de Don Atahualpa, y la tiene que tocar El Kolla”, contó Urionagüena que le dijo a su compañero. Lo rastreó por el Instagram de la Fundación Yupanqui y luego lo llamó: “Le tiré los titulares y le dije que íbamos a ir con Diego hasta Córdoba, a Cerro Colorado a conocer, y a contarle un poco más, y nos dijo cuando quieran, vengan.”

“Le llevamos un parlantito bluetooth y le hicimos escuchar la maqueta”, relató Martín. “Le encantó y dijo: Sí, chicos; es más: esperen. Y fue al interior de la casa, que es la Casa Museo de Don Atahualpa, abrió la vitrina de vidrio, sacó la guitarra de Don Atahualpa, se puso un rato a afinarla y dijo “poné de nuevo, a ver, el demo, dale play”, y empezó a escuchar los tonos. Diego le pasaba los tonos y empezó a tocar arriba.”, agregó el baterista.

Para “Canción para Nenette” ya habían grabado el tecladista Juan Pablo Ezquerra (Attaque 77, Roque Narvaja, Nube 9, etc.) y los músicos del altiplano andino Claudio Ponce y Armando Alvarado, de Los Jatun (más info en el video). Estaba la criolla tocada por Kolla y faltaba el toque final de otro admirador de la obra de Don Ata: Ricardo Mollo, de Divididos. Martín y Diego, que tuvieron al guitarrista como productor artístico en el disco Dale que te gusta (2009), de MAD, entendieron que su participación en el tema sería vital.

“Lo contacté y le pregunté si conocía la historia de Nenette, y me dijo “«Sí, Vasco. Sí, sí, sé la historia», narró Urionagüena, que en ese contacto lo invitó a sumarse.

«Mirá, Vasco, me encantaría participar, pero por lo que estoy escuchando ya medio que está todo grabado»”, le dijo Mollo a nuestro entrevistado, quien replicó: “Bueno, con esa no me vengas Ricardo, porque si yo te digo: así como está, meté algo, yo sé que lo vas a clavar en el ángulo, vas a ser el Messi de esta grabación. Se reía y me dice: «Bueno, pero el otro problema es que me van a tener que esperar, porque estoy a mil con un montón de cosas.»

Lo tuvimos que esperar unos meses”, explicó el baterista, “y en un momento me dice: «Mandame de nuevo el demo que no sé dónde lo guardé.». Ya estaba todo grabado, y entonces él sale con esta genialidad de meter un e-bow en la segunda estrofa de la canción, todo ese viaje. El e-bow es como un dedal que se pone en el dedo y se apoya sobre la cuerda y la hace vibrar electrónicamente, dándole un sonido permanente, continuo”, aclaró El Vasco. “Y con la otra mano, con la izquierda, si es un guitarrista diestro, vas cambiando los tonos como si fuera un efecto de slide.”

Pero Mollo propuso algo más. «Si me das la derecha quiero meter algo. En el solo quiero hacer unos acentos con un arpa judía”, contó Martín. “A la mierda, dije yo. Ricardo: tenés carta blanca y luz verde para hacer lo que quieras, meté lo que quieras. Entonces en los acentos del solo metió unos acentos con esta arpa judía, que se llama Vargán en Europa o en otros países, que es una pieza de metal que se aprieta con los dientes y tiene una chapita que le vas le vas provocando un salto y una vibración que produce un sonido como metálico y de sintetizadores. Pero es totalmente analógico y acústico, es una chapa vibrando dentro de tu boca como cavidad de resonancia. Una cosa muy muy linda, así que estas fueron como frutillas sobre el postre, ¿no?”, ilustró Urionagüena.

“Lo que hicimos con la canción es mostrar musicalmente la amalgama que significó la sociedad conyugal y musical entre Doña Nenette y Don Atahualpa”, amplió Martín, acerca de este tema que fue masterizado en estudios Abbey Road (más info en el video).

Porque ella vino con todo ese bagaje avant garde francés, ella era de nacionalidad francesa, y hablando en francés y escuchando música francesa y música clásica francesa y del mundo, y se fusionó con la Pachamama, con lo criollo, con el bagaje, con la tierra seca norteña de Don Atahualpa Yupanqui, y se crea esa sociedad compositiva que es magistral, como pocas en el mundo”, relató Martín.

¿Querés agregar algo para la gente que te leerá, Martín?

Un agradecimiento y un honor estar en contacto con la gente de VIVE. Este proyecto es traer a la vida esta historia detrás de esta canción, es una invitación para toda la gente para que la disfrute, la conozca, la escuche. Es fundamental que se metan en monoblok.ar y entren y lean toda esta historia de la que estamos hablando, vean los vídeos, las entrevistas, que son muy enriquecedoras y cuentan toda la cocina de “Canción para Nenette”. Esto es un regalo que hacemos para la sociedad argentina y el mundo en general para que se conozca esta historia, que son las historias ocultas y la verdad es que está bueno que las disfrutemos.

Al momento de publicación de esta entrevista, Mönoblok ya lanzó una nueva canción: “Tu Respuesta”, en la que grabó su voz la cantante Hilda Lizarazu (ver video en https://youtu.be/P8fNyeIOedA)

Por Fernando Chatarra Fauszleger @soyfernandoabel

Fotos: gentileza Mönoblok

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Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

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