Un mes y medio después de ser investido alcalde de Barcelona, Jaume Collboni pidió al exconseller de CiU y actual presidente del Cercle d’Infraestructures de Catalunya, Santi Vila, que creara un consejo asesor de infraestructuras. El alcalde cumplía así una de sus promesas electorales nacidas a partir del debate sobre la ampliación del aeropuerto del Prat, un proyecto que Collboni siempre ha defendido.
Por eso, el alcalde indicó a Vila que el primer trabajo del consejo fuera dictaminar sobre la viabilidad de ampliar el aeropuerto. En octubre del 2023, Vila constituyó el nuevo órgano con 24 reconocidos expertos y, a los pocos meses, el informe se concluyó, pero no se ha dado a conocer. Fuentes del consejo explican que el dictamen es favorable a la ampliación y a crear las condiciones para que acoja más vuelos intercontinentales, lo que supondría alargar alguna de las pistas.
¿Por qué no se ha explicado el informe? Ha habido varias razones. La primera fue el adelanto electoral en Catalunya en marzo pasado que llevó a celebrar los comicios el 12 de mayo. El resultado de las elecciones dejó un panorama incierto y abrió un largo periodo de negociaciones que culminó con la investidura del president Salvador Illa el 8 de agosto. En ese medio año de paréntesis, se consideró que no era conveniente publicar un informe favorable a la ampliación del aeropuerto que pudiera incomodar a los socios preferentes (ERC y Comunes) del PSC en la Generalitat y en el Ayuntamiento.
De estos dos socios, los Comunes son los que se oponen con mayor beligerancia al crecimiento del aeropuerto. A pesar de ello, una de las primeras decisiones que tomó el president Illa se parecía a la que hiciera Collboni un año antes, y consistió en activar la comisión mixta entre Generalitat y Gobierno central para que, antes de finalizar 2024, hubiera una propuesta para ampliar el aeropuerto.
Nos hemos comido las uvas y la propuesta sigue en la cocina. Y ahí parece que continuará un poco más, aunque hay consenso técnico sobre cómo realizar la ampliación de pistas y, a la vez, mantener el nivel de protección medioambiental que requiere la UE. La solución fue apuntada en La Vanguardia hace tres meses por el secretario de Transición Ecológica de la Generalitat, Jordi Sargatal: “Es compatible una ampliación del aeropuerto y la protección de las aves creando una zona húmeda alejada de las pistas”.
Es decir, se trabaja en buscar compensaciones a la merma que pudiera haber en los dos humedales de la zona con el alargue de pistas. Y, para ello, se ha contratado a una empresa externa que elaborará un informe que convenza a las autoridades europeas para que autoricen la ampliación del aeropuerto a cambio de la creación de nuevas y mayores zonas de protección.
El dictamen sobre la ampliación del Prat que encargó Collboni duerme en un cajón
Los expertos tienen clara la viabilidad del proyecto, pero ahora queda la parte más difícil: el apoyo político. Illa y Collboni no quieren precipitarse para resolver este asunto. Ambos necesitan aprobar sus presupuestos y están en manos de las condiciones que pongan sus socios de investidura. Por eso prefieren dejar los dictámenes en un cajón porque molestan menos.
La voluntad del president de la Generalitat es desencallar el tema del aeropuerto en breve, pero a la vista de las concesiones que ha dado Collboni a los Comunes para aprobar las ordenanzas fiscales y escuchando a Illa diciendo que hará “todo” lo que sea preciso para aprobar las cuentas de la Generalitat, el futuro del aeropuerto corre el riesgo de presentar síntomas de congelación. Mientras tanto, la instalación aeroportuaria se acerca a su límite máximo de ocupación y en breve empezarán las estrecheces. Pero eso, parece que es lo de menos.
Redacción
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