En los últimos años, el presidente chino, Xi Jinping, ha trazado un nuevo plan orientado a construir una comunidad con un futuro compartido entre el país asiático y ALC, llevando la relación entre ambas partes a una nueva era caracterizada por la igualdad, la innovación, la apertura, los beneficios mutuos y los que se centran en las personas. Guiada por la diplomacia de los jefes de Estado, la cooperación comercial y económica bilateral ha superado numerosos retos para conseguir resultados notables.
China es ahora el segundo mayor socio comercial de la región y el comercio bilateral ha mantenido un rápido crecimiento durante siete años consecutivos. Mientras tanto, el «círculo de amigos» de China en ALC sigue expandiéndose, de acuerdo con un artículo de Cui, publicado recientemente en la página web del rotativo.
Desde 2005, China ha firmado y puesto en vigor sucesivamente cinco tratados de libre comercio en ALC con Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua. Entre ellos, los alcanzados con estos dos últimos se concretaron durante el período del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y se están acelerando las negociaciones para uno más con Honduras, país con el cual ya se ha logrado un acuerdo de cosecha temprana. Asimismo, las negociaciones con El Salvador han cobrado impulso y se trabaja activamente para promover y firmar tratados con más países de la región.
Estos tratados reflejan los estándares requeridos en los acuerdos de alto nivel de este tipo. En los últimos años, los alcanzados con Chile y Perú se han actualizado, en tanto que el sellado con Nicaragua en agosto de 2023 supuso la primera vez que China abrió el comercio transfronterizo de servicios e inversiones mediante un enfoque de lista negativa.
En 2024, China asumió la presidencia rotatoria de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) y trabajó junto con sus otros miembros en aras de facilitar los procedimientos para la adhesión de nuevos integrantes. Ese mismo año, Chile presentó formalmente su solicitud para unirse a la RCEP, abriendo una nueva y prometedora vía para que China y los países latinoamericanos y caribeños lleven a cabo una cooperación en materia de libre comercio a un nivel más alto y en plataformas más amplias.
En los últimos dos decenios, los acuerdos suscritos entre China y ALC han generado resultados fructíferos, impulsando el crecimiento del comercio y beneficiando a sus empresas y pueblos.
Desde la entrada en vigor del tratado China-Chile en 2006, el comercio bilateral ha experimentado un rápido incremento, llegando a los 61.660 millones de dólares en 2024, 8,6 veces más que en 2006. Así se superó significativamente el aumento de 3,2 veces del comercio exterior chino durante el mismo lapso. En la década que siguió a la implementación del acuerdo, China eliminó progresivamente los aranceles sobre el vino chileno, lo cual facilitó un crecimiento de 13 veces en las importaciones vinícolas procedentes del país sudamericano, abriendo numerosas oportunidades para sus empresas y satisfaciendo al mismo tiempo las diversas demandas de los consumidores chinos. Además, las cerezas chilenas se han convertido en una fruta popular entre estos consumidores, beneficiándose enormemente del acuerdo, explica Cui.
El tratado China-Perú, que entró en vigencia en 2010, ha promovido y observado el rápido crecimiento del comercio bilateral, que en 2024 totalizó 43.360 millones de dólares, siete veces la cantidad reportada en 2010, sobrepasando significativamente el ascenso de 1,7 veces en el comercio exterior general de China durante el mismo período. Productos peruanos como arándanos, uvas, aguacates y calamares han entrado con éxito en el mercado chino. Al mismo tiempo, teléfonos inteligentes, juguetes y vehículos de pasajeros fabricados en China han ganado extenso reconocimiento y popularidad en Perú, detalla el artículo.
El tratado China-Costa Rica está vigente desde 2011. En 2024, el comercio entre ambos países ascendió a 7.760 millones de dólares, lo que supone un aumento interanual del 36,1 por ciento. Las importaciones chinas procedentes del país centroamericano crecieron el año pasado un 50,1 por ciento interanual, mientras que las exportaciones a ese destino subieron un 21,4 por ciento. Estas tasas de crecimiento estuvieron por encima del crecimiento general del comercio exterior chino, lo que subraya las prometedoras perspectivas de una mayor cooperación comercial y económica entre las dos partes, informa el artículo.
Los tres acuerdos implementados en 2024 también han arrojado resultados notables. El suscrito entre China y Nicaragua, cuya vigencia se hizo efectiva el 1 de enero, favoreció una expansión del 46,8 por ciento interanual en el comercio bilateral el año pasado. De manera específica, las exportaciones chinas al país centroamericano subieron un 40,8 por ciento interanual, en tanto que las importaciones de allí provenientes se incrementaron en un 218,3 por ciento. Por su parte, productos nicaragüenses como el azúcar, la langosta congelada, el camarón blanco y el hilo de algodón, han tenido un veloz crecimiento en sus ventas hacia China, partiendo de cero. A su vez, vehículos de pasajeros, motocicletas, teléfonos, tejidos y artículos de caucho de fabricación china han entrado en el mercado nicaragüense a precios más competitivos, mejorando en gran medida los modos de vida de las comunidades locales.
El tratado China-Ecuador se hizo efectivo el 1 de mayo de 2024. En el primer mes de su aplicación, las importaciones chinas desde el país sudamericano evidenciaron un crecimiento tanto interanual como intermensual. Entre mayo y diciembre de ese año, las importaciones acumuladas procedentes de Ecuador sumaron 5.780 millones de dólares, lo que representó una subida del 10,1 por ciento en comparación con el mismo período de 2023. Exportaciones emblemáticas ecuatorianas, como los productos marinos congelados (calamar, langosta, pescado), al igual que el café, el cacao en grano, la pitaya (fruta del dragón) y la harina de pescado, tuvieron un crecimiento sustancial. Teléfonos inteligentes, motocicletas, frigoríficos, generadores y otros artículos fabricados en China han llegado a numerosos hogares ecuatorianos, aportando mayor comodidad a la población local, de acuerdo con Cui.
Menos de medio año después de haberse puesto en marcha el Acuerdo de Cosecha Temprana en el marco de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre China y Honduras, el camarón blanco hondureño ha ingresado con éxito en el mercado chino. Simultáneamente, los hondureños pueden disfrutar de la tilapia proveniente de China a precios más asequibles, beneficiándose directamente de la cooperación bilateral en libre comercio.
Cui prevé que el cada vez más abierto mercado chino brindará mayores oportunidades a los países latinoamericanos y caribeños.
Situados en un nuevo punto de partida histórico, China y los países de ALC deben explotar al máximo sus respectivos puntos fuertes y reforzar continuamente la cooperación en materia de libre comercio para garantizar que los tratados en este particular aporten más beneficios a la población. Ambas partes deben esforzarse por lograr un progreso sólido en la construcción de una comunidad China-ALC con un futuro compartido y dirigir el barco de su amistad hacia un futuro aún más brillante, resalta el artículo.