En la tradicional esquina de San Martín y Pellegrini, se ubica la un espacio donde generaciones de niños salteños han disfrutado de un clásico: la calesita. Autos, aviones, el zumba y hasta el icónico carrusel han sido parte de la infancia de muchos, pero esta historia está por llegar a su fin en su actual ubicación.
En la tradicional esquina de San Martín y Pellegrini, se ubica la un espacio donde generaciones de niños salteños han disfrutado de un clásico: la calesita. Autos, aviones, el zumba y hasta el icónico carrusel han sido parte de la infancia de muchos, pero esta historia está por llegar a su fin en su actual ubicación.
Alejandro Causarano, uno de los dueños de este complejo de juegos, confirmó la noticia: «Sabíamos de esto hace un par de meses, pero lo hicimos público. La historia se viralizó en Instagram y ya vinieron muchas personas a preguntar qué pasaba».
La esquina donde está ubicada la calesita se vendió hace un año y su nuevo dueño planea construir locales comerciales y oficinas, por lo que el predio debe ser desalojado. «El 1 de marzo será nuestro último día aquí», explicó Causarano.
Un futuro incierto
El principal desafío ahora es encontrar un nuevo espacio donde reubicar toda la infraestructura del parque, que cuenta con diversos juegos bajo techo, lo que permite su funcionamiento incluso en días de lluvia. «No es fácil ubicar todo esto en otro lado», señaló el responsable del parque.
Los juegos que se disfrutan en familia. Walter Echazú.
Si bien han analizado diversas alternativas, hasta el momento no hay una ubicación concreta. «Estamos abiertos a propuestas, incluso a un espacio público. Aún no hemos hablado con ningún funcionario, pero quizá ahora que esto se hizo público recibamos alguna propuesta», expresó Causarano.
Un legado familiar y cultural
La calesita fue fundada en 1983 por el padre de Alejandro, y hoy en día ya son tres las generaciones de la familia que han trabajado en ella. Del mismo modo, varias generaciones de salteños han pasado por sus juegos, formando parte de su historia.
El cierre de la calesita no solo impacta a la familia Causarano, sino también a los empleados que dependen de este espacio de entretenimiento. «Ellos nos van a acompañar en este proceso, aunque todavía no sepamos dónde nos vamos a instalar», indicó.
La reacción del público
El impacto de la noticia se sintió en la comunidad. Familias enteras han acudido a despedirse del lugar, recordando anécdotas de infancia y expresando su deseo de que la calesita continúe en otro punto de la ciudad.
«Traigo a mi nieta de seis años y le encanta. Es una lástima que cierre», comentó Isabel, una de las abuelas que visita la calesita.
Los responsables del parque esperan que aparezca una solución antes del cierre definitivo. «Si alguien tiene un predio donde podamos trasladarnos, estamos abiertos a conversar», afirmó Alejandro. Mientras tanto, los niños pueden disfrutar de la calesita hasta el 28 de este mes.