Técnicas efectivas pasivas para reducir el ego de cualquier persona

El uso de ego, la palabra latina para “yo”, apareció en la psicología moderna asociada a Sigmund Freud. En su teoría, el ego es la parte de la personalidad que oficia como árbitro entre los deseos del “ello” y los valores morales del “superyo”.

De esta manera, los términos que incluye al ego hablan de procesos o reacciones en las cuales el “yo” ocupa un lugar muy destacado. Por ejemplo, el egoísmo, que define la actitud por la cual solo pensamos en nuestros objetivos, o el egocentrismo, que consiste en percibir el mundo solo desde nuestro punto de vista.

Si bien todos somos egocéntricos porque nunca podemos liberarnos de nuestra perspectiva personal, las personas difieren en el grado en que pueden salir de su perspectiva propia, tal como explica un artículo de Psychology Today.

Entonces, una persona egocéntrica es alguien que tiene un “ego enorme”, que solo piensa en ella y con la cual, debido a ello, es bastante difícil tratar. Sin embargo, algunas técnicas pueden ayudar.

Egocéntricos. Cambiar su personalidad es imposible, pero hay técnicas efectivas para neutralizarlos.

Un artículo del sitio La mente es maravillosa admite que cambiar la personalidad de un egocéntrico sería ideal, pero, también imposible. En realidad, agrega, no se puede modificar la forma de ser de nadie. “Cada uno de nosotros tenemos virtudes y defectos, y la única alternativa es aceptarlos para ser feliz”.

El ególatra tiene como objetivo demostrar su superioridad frente al resto. Pero los expertos explican que existe una herramienta para bajar el ego, y es la comunicación asertiva mediante las siguientes técnicas:

1) Establecer límites claros. Los límites establecen un terreno psicológico seguro donde nuestros derechos no son afectados por los derechos de los demás. El sitio aconseja “ser directo y claro desde el primer momento. Precisa qué te dispones a aceptar y qué no. Procura no dejar lugar a las dudas o las interpretaciones personales, porque es probable que no se cumplan”.

2) Comunicar cuando se siente incomodidad. “Las situaciones incómodas son inevitables, pero se pueden manejar bien si en lugar de ignorarlas se hace el esfuerzo por mejorar la comunicación”, dice el sitio. Para ello hay que decirle al ególatra qué es lo que está generando emociones desagradables, de manera concreta para que sepa que sus palabras y acciones tienen consecuencias.

Comunicación acertiva. Decirle de manera concreta qué es lo que genera emociones desagradables. Foto: Shutterstock.

3) Aplicar la técnica de la extinción. Es bastante simple y consiste en ignorar y pasar por alto los momentos de mayor vanidad, de forma consciente y perseverante.

4) Mostrar otras formas de comportarse. Si bien es imposible cambiar la personalidad de nadie, se pueden dar alternativas de conducta. En el ámbito laboral, por ejemplo, al promover el trabajo en equipo.

5) Descubrir sus virtudes. Hay que realizar un esfuerzo por encontrar los aspectos positivos de esa persona, aunque sea un ególatra. Esto ayudará a desactivar su enorme ego, porque tendremos una visión más completa de su personalidad.

6) Aumentar la autoestima. Los que tratan con ególatras suelen sentirse ninguneados, en inferioridad de condiciones. Pero esto potencia las actitudes negativas del ególatra. Si trabajamos más nuestra autoestima es probable que resulte más difícil “pasarnos por encima”.