En la vida de Paula Angelomé, hoy científica galardonada y de enorme trayectoria, hay un nombre que ella misma marca como “un punto de inflexión claro” en sus deseos de estudiar Química: Liliana Olazar. Docente de esta asignatura de cuarto año de secundaria, aquella “profe” se encargaba de llevar, semana a semana, novedosos experimentos al aula. “Esas propuestas de Liliana me fascinaron y me decidieron a estudiar la carrera, pero en ese momento pensaba dedicarme a trabajar en la industria de los alimentos”, recuerda hoy Paula.
El tiempo avanzó. A lo largo de los siguientes diez años, las etapas laborales de Angelomé se fueron encadenando hasta consolidarla como investigadora del CONICET en el campo de la nanotecnología, ese maravilloso mundo interdisciplinario que estudia la materia a una escala tan pequeña que las cosas cambian sus propiedades. Y el 2024 fue testigo de un hito más, en esa prolífica carrera: el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.
“Fue realmente una emoción muy grande recibir este premio, que es muy prestigioso en nuestro ámbito y que además han recibido previamente muchas científicas que admiro. Significa, además, un gran empuje para el proyecto que estamos llevando a cabo. No contábamos con financiamiento para este año, así que el aporte económico nos resulta fundamental”, resalta Angelomé, en esta entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM.
Si tuvieras que elegir… ¿qué es lo que más disfrutas del día a día de tu labor científica?
Lo que más disfruto es la diversidad de tareas. Es muy raro que un día de trabajo sea igual a otro y eso me gusta muchísimo. Y de todas las cosas que hago, lo que más me gusta, incluso 20 años después de las primeras experiencias, es estar en el laboratorio. Cada vez voy menos, porque tengo muchas otras ocupaciones, pero el poco tiempo que paso haciendo experimentos es mi favorito.
¿Cómo describirías tus líneas de investigación y por qué es tan clave la nanotecnología, en estos temas?
Nuestro grupo de trabajo se dedica hace muchos años a la preparación de nuevos materiales utilizando métodos químicos. Muchos de estos materiales tienen tamaños nanométricos, «nanomateriales». Por tener ese tamaño, tienen propiedades y, por ende, aplicaciones diferentes a las del mismo material cuando tiene mayor tamaño. En este proyecto en particular nos enfocamos en partículas de oro nanométricas, cuya característica más destacable es que tienen colores que dependen de su forma y su tamaño.
¿En qué aspectos intervienen los factores ambientales y la problemática contaminante?
Habitualmente preparamos todos los materiales usando reactivos o ingredientes de alta pureza, adquiridos a empresas que los producen específicamente para estos fines. Muchos de estos reactivos se producen a partir de fuentes no renovables. Por esto, desde hace algunos años empezamos a pensar en aumentar la sustentabilidad de nuestros procesos de producción. El proyecto premiado es un paso en este sentido, en dos aspectos. En primer lugar, buscamos producir partículas de oro a partir de residuos de nuestro propio laboratorio, para minimizar la generación de residuos y maximizar el aprovechamiento de este recurso natural no renovable. A la vez, planteamos utilizar métodos para depositar películas porosas que maximicen el aprovechamiento de la solución que se usa para prepararlas, generando así menos residuos.
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