Santiago Caputo llevó al gobierno de Milei al fracaso en la que iba a ser la privatización más importante del mandato, señaló el medio nacional La Política Online. Se trata de la licitación de la Hidrovía, un negocio de 9.000 millones de dólares, que terminó objetada por la Justicia y con la mayoría de los oferentes retirándose para evitar problemas legales.

La belga Deme que venía denunciando que el asesor de Milei estaba direccionando el proceso hacia Jan de Nul, fue la única que presentó oferta, según los registros oficiales.

La licitación terminó de explotar este martes cuando la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA), una fiscalía autónoma que depende del Ministerio Público, condenó el proceso licitatorio y advirtió que estaba diseñado de una manera que favorecía a uno de los oferentes. La PIA se pronunció en base a una denuncia de diputados de la Coalición Cívica.

Por su parte, tras conocerse la noticia, el Foro por la Recuperación del Paraná y el Encuentro Federal x la Soberanía expresó en un comunicado cómo “la licitación y reprivatización del dragado y balizamiento del Paraná se vienen llevando adelante en un proceso viciado de irregularidades y armado para beneficiar a la empresa belga Jan de Nul y los intereses de las grandes agroexpotadoras y terratenientes”.

Tan irregular fue el proceso que el gobierno tuvo que declararlo nulo, ante la catarata de presentaciones judiciales de varias empresas que quedaron fuera de la competencia y de las organizaciones que denunciamos la entrega de soberanía y el desastre ambiental que implica avanzar en estos pliegos que quieren llevar el dragado a 44 pies. En este sentido es positivo el dictamen de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas haciendo lugar a los cuestionamientos planteados”, señalaron.

“Es un avance de la lucha popular que es necesario continuar, para defender el agua, la vida, y la soberanía de nuestro rio Paraná”, concluyeron.

La campaña Remar Contracorrientes por las Aguas y la Vida que viene acompañando elDIARIO, se había expresado hoy también en rechazo a esta licitación. “En el contexto de crisis climática global y crisis hídrica que viene sufriendo la Cuenca del Plata, este plan, que prevé el dragado a 44 pies y el ensanchamiento del cauce, pone en riesgo la soberanía hídrica, la biodiversidad y la vida de las comunidades ribereñas. En vez de adaptar las embarcaciones al río, se busca modificar el río para los barcos, sin evaluar los riesgos de una intervención de esta magnitud”, habían señalado.

Y recordaron: “El Paraná no es solo un río; es una arteria vital del planeta que cruza siete provincias argentinas y conecta cinco países. Su caudal sostiene economías locales, culturas milenarias y ecosistemas únicos. En un país como Argentina, donde más del 50% de la población sólo dispone del 30% del agua de forma natural -un territorio predominantemente árido por naturaleza- se imponen políticas de cuidado de los ríos y una redistribución hídrica justa, garantizado el acceso al agua del pueblo en su conjunto. Defender el Paraná es defender también a todo el territorio argentino y a la cuenca del Plata en su conjunto”.