El continente africano aportó la idea de agrupar tablillas en sucesión y percutirlas, así como el vocablo de origen bantú, expresó Léster Homero Godínez sobre el probable nacimiento de este objeto de pasión local.
De Europa vino el sistema musical temperado (escala de 12 tonos), el cual asigna un nombre y un sonido determinado a cada tablilla, en tanto Mesoamérica puso materiales exclusivos como la madera de hormigo y de güipil para fabricar teclas y baquetas, añadieron expertos.
La fusión de todos estos elementos culturales llevaron primero a la creación de las marimbas de aro o arco, que tenían un teclado de madera de hormigo, colocado sobre un marco de otra madera (pino o cedro), además de un cinto de tela que le servía al ejecutante para su traslado.
Según los historiadores, le colgaban calabazas o tecomates como cajas de resonancia y aún pueden verse en museos y lugares distantes de la ciudad.
Poco después apareció la versión sencilla, con escalas diatónicas únicamente, cajas de resonancia y un teclado en donde ejecutan tres o cuatro personas, de acuerdo con su tamaño.
Ya a inicios del siglo XX, surgen las de doble teclado, cuya invención se atribuye al quezalteco Sebastián Hurtado por sugerencia del eminente músico Julián Paniagua.
En 1970 se hace público el concepto “marimba de concierto”, que propicia la apertura de una nueva etapa para este instrumento que dignifica y eleva su calidad.
El chapín se apropió del instrumento hasta hacerlo tan suyo, que termina como símbolo del país por decreto del Congreso, aprobado en 1999.
Actualmente estimaciones apuntan a la existencia de más de 500 grupos en este territorio centroamericano en las modalidades de marimba pura, de concierto, orquesta, tradicional y de instituciones educativas.
Entre las más conocidas melodías aparecen Ferrocarril de los Altos (Domingo Bethancourt), En Cuilco me enamoré (Guillermo de León Ruiz), Noche de Luna entre ruinas (Mariano Valverde), Las chancletas de Nayo Capero (Guillermo de León Ruiz) y Luna de Xelajú (Francisco Pérez).
En años anteriores, alrededor de 10 marimbas se daban cita todo este día en la capitalina Plaza de la Constitución en un concierto gigante, con sabor popular.
Guatemala consiguió en diciembre de 2021 el Récord Guinness a la mayor cantidad de músicos tocando al unísono este instrumento, con más de 500 artistas y la interpretación de 10 composiciones, entre ellas, el Himno Nacional.
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