Barcelona y otras once grandes ciudades europeas presentarán esta primavera ante la Comisión Europea un plan de emergencia de vivienda con la intención de que las instituciones comunitarias se pongan manos a la obra y actúen sobre el que ya es el principal problema en muchas metrópolis del continente.
El lobby de alcaldes, entre los que figura el de Barcelona, Jaume Collboni, leyeron este jueves en el Parlamento Europeo de Bruselas un manifiesto en que instan al ejecutivo comunitario a adoptar una serie de medidas para hacer frente a una crisis que se ha extendido “más allá de los grupos socialmente más desfavorecidos”.
Collboni urge a tomar medidas
Los alcaldes reclaman a la Comisión Europea que las inversiones encaminadas a combatir este problema queden fuera de los cálculos para evaluar el cumplimiento de las reglas fiscales a los países de la UE. Proponen, asimismo, que los fondos europeos de cohesión no solo se dediquen a mejorar la eficiencia energética de los hogares ya construidos sino que también faciliten el acceso a largo plazo a viviendas sociales y asequibles. Además, plantean que parte de la nueva asignación de los fondos de cohesión (a partir de 2027) se canalice directamente a través de las administraciones locales.
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Durante la lectura del manifiesto, el alcalde de Barcelona subrayó la necesidad de actuar sobre los problemas de la vivienda de manera “urgente” ya que están afectando seriamente a los colectivos más vulnerables pero también a las clases medias. “Padecemos amenazas externas (en referencia a Rusia) pero también internas”, señaló Collboni, que requirió “medidas excepcionales” para paliar los problemas residenciales.
La petición trasladada en Bruselas es una acción de una alianza de ciudades liderada por Barcelona y que forman doce ayuntamientos de otras tantas ciudades europeas, entre ellas París, Roma o Ámsterdam, que suman cerca de 15 millones de personas.