El incidente generó gran revuelo entre los vecinos de San Carlos, una localidad de más de 30.000 habitantes situada a 20 kilómetros de Punta del Este.
Uruguay.- Según testigos del accidente, el conductor habría sufrido una descompensación mientras manejaba, lo que lo llevó a perder el control de su Chevrolet blanco, atravesar la reja y romper la puerta de blindex del histórico templo católico, para finalmente quedar incrustado entre los bancos donde los fieles se sientan durante las misas.
Momentos antes del impacto, el hombre habría gritado desesperadamente “¡Dios, Dios!”, pidiendo ver a un sacerdote.
Detención y evaluación psiquiátrica
Tras el siniestro, el conductor fue detenido y trasladado a un centro asistencial para recibir atención médica. Sin embargo, la Fiscalía revocó la detención y ordenó su derivación a un juez de salud mental, quien finalmente dispuso que el hombre fuera internado en una institución psiquiátrica en Montevideo.
“No vino con maldad, sino en una búsqueda”
El sacerdote de la parroquia, Alfonso Dittler, expresó su asombro por el episodio y aseguró que el hecho fue “insólito e impactante”. A su vez, mostró misericordia hacia el conductor, al considerar que su accionar no habría sido intencional.
“No creo que haya venido con la maldad de destruir, sino simplemente en una búsqueda. Tal vez una necesidad de lo que es la vida espiritual”, reflexionó el párroco en declaraciones a Montevideo Portal.
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Desde la vereda de enfrente de la parroquia, un testigo logró registrar el momento exacto en que el auto se estrelló contra la iglesia. Las imágenes del vehículo dentro del templo se viralizaron rápidamente en redes sociales, causando conmoción y debate sobre lo sucedido.