El vórtice polar estratosférico es una corriente de vientos extremadamente fuertes que circulan a gran altitud sobre el Ártico y la Antártida. En los meses fríos, su comportamiento puede alterarse, provocando lo que se conoce como calentamientos súbitos estratosféricos (SSW, por sus siglas en inglés). Cuando esto ocurre, el vórtice se debilita o se divide, permitiendo que el aire polar escape y descienda hacia latitudes más bajas, causando fríos extremos en Norteamérica, Europa e incluso en Sudamérica.
Sin embargo, este invierno 2024-2025 no ha seguido el patrón esperado. Como explica el meteorólogo Francisco Martín León en Meteored, los estudios realizados por la NOAA sugieren que, aunque el vórtice polar ha mostrado algunas oscilaciones, su comportamiento no ha sido el principal desencadenante del clima extremo en lo que va de la temporada.
¿Cómo se relaciona con las olas polares en América Latina y Europa?
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Si bien los vórtices polares debilitados pueden facilitar olas de frío severas, este año los vientos en la estratósfera han sido más fuertes que el promedio, lo que usualmente mantendría el aire frío contenido en las regiones polares. A pesar de esto, el clima invernal ha sido extremo en varias partes del mundo.
Europa:
- Aunque la estratósfera ha mostrado anomalías, las temperaturas han sido más cálidas de lo habitual en gran parte del continente debido a un vórtice polar aún sólido. Sin embargo, episodios fríos repentinos han afectado algunas regiones, lo que podría estar vinculado a otros factores atmosféricos independientes del vórtice estratosférico.
- Las oscilaciones del Atlántico Norte (NAO) y del Ártico (AO) pueden haber influido en la distribución del frío en el continente, provocando episodios aislados de temperaturas extremas.
América Latina:
- En el hemisferio sur, el vórtice polar de la Antártida también experimenta fluctuaciones, aunque en esta época del año su influencia es menor. Sin embargo, cuando corrientes de aire frío logran filtrarse desde la Antártida hacia el sur del continente, pueden generar olas polares que afectan países como Argentina, Chile, Uruguay y Brasil.
- Fenómenos como El Niño y La Niña también pueden modificar la circulación atmosférica y generar irrupciones de aire polar en regiones inesperadas.
Un fenómeno aún en debate
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El meteorólogo Francisco Martín León menciona que aún no hay consenso sobre cómo medir correctamente el «estiramiento» del vórtice polar, lo que dificulta determinar su impacto real en el clima invernal. Aunque en ciertos casos ha sido un factor clave en olas de frío severas, no siempre es la causa principal de cada evento extremo.
Este invierno, más que una ruptura del vórtice polar, parece haber una combinación de factores atmosféricos que han influido en la distribución de las masas de aire frío, con efectos variables en diferentes regiones del mundo.
¿Qué esperar en las próximas semanas?
Los modelos climáticos sugieren que el vórtice polar podría desacelerarse gradualmente hacia marzo, lo que podría traer cambios en la circulación atmosférica y modificar la tendencia del clima en América Latina y Europa. Sin embargo, los expertos siguen monitoreando de cerca el fenómeno para comprender mejor su impacto en el resto del invierno.
Por ahora, las olas polares seguirán siendo un fenómeno complejo que no puede explicarse únicamente por el comportamiento del vórtice estratosférico. La interacción entre múltiples factores atmosféricos sigue siendo la clave para entender el clima extremo en diferentes partes del mundo.