A los 98 años, Mirtha Legrand sigue activa, lúcida y con ganas de vivir. En el día de su cumpleaños, la diva habló sobre su amor por el trabajo, la importancia de su familia y su deseo de seguir disfrutando la vida. «La palabra vieja me parece horrible», afirmó, destacando que aún se siente de 50 años.
Este domingo 23 de febrero, Mirtha Legrand celebra sus 98 años de vida, y lo hace con la vitalidad y el entusiasmo que la caracterizan. En una entrevista en el dia de su cumpleaños, la legendaria conductora habló sobre su presente, su familia y su inquebrantable amor por el trabajo.
«Mi mayor felicidad ahora es mi trabajo. Y mi familia también, mis nietos, mis bisnietos. Estar activa, con la mente bien y la memoria intacta», expresó con emoción.
A pesar de los años, Mirtha asegura sentirse joven de espíritu: «En el fondo, siento que tengo 50 años». Y aunque reconoce que la vida le ha dado muchas alegrías, también ha enfrentado momentos de profunda tristeza por la pérdida de sus seres queridos. «Lamento las pérdidas. No estaba acostumbrada a vivir sola, pero me volqué mucho a mi trabajo y a mi familia».
Sobre su longevidad y energía, la diva de los almuerzos confiesa que se cuida con ejercicios regulares: «Hago querenciología dos veces por semana, levanto las piernas con pesas en los tobillos. Lo más importante es caminar».
Además, destacó la importancia de mantenerse informada y seguir preguntando sin filtro en sus entrevistas. «Me gusta saber la vida de la gente. Pregunto y la gente me responde con amabilidad».
Consultada sobre su deseo al soplar las velas, Mirtha no dudó: «Quiero seguir viviendo». Y aunque reconoce que tiene achaques, deja claro que no le gusta la palabra «vieja». «Me parece horrible. Soy grande, soy muy mayor, pero soy sana».
Con una trayectoria inigualable en el cine, la televisión y la radio, Mirtha Legrand es un ícono que sigue marcando presencia en los medios y en el corazón de los argentinos. «Yo soy una leyenda», afirmó con orgullo. Y con su vitalidad intacta, sigue escribiendo su historia.
