Un poco menos de media hora. Así duró la resistencia italiana a la toma del Estadio Olímpico francés.
El marcador acabó 73 a 24 para los franceses con una diferencia de 49 puntos que llegaron casi todos en la segunda mitad. Nunca antes Francia había marcado tantos goles en casa contra Italia y, sobre todo, nunca antes había ganado por un margen tan amplio fuera de casa.
Así pues, el sorteo del año pasado sigue siendo un recuerdo lejano, aunque cabe destacar que en aquel partido no estaba presente ningún fenómeno francés: Dupont, en aquel momento centrado únicamente en los Juegos Olímpicos.
Con él sobre el terreno de juego la diferencia es abismal y se vio en la derrota italiana porque la derrota de esta tarde es la segunda peor en casa en la historia de Italia en el Seis Naciones.
Además, nunca antes la selección italiana había concedido más de 63 puntos ante su propia afición (hoy hubo más de 65.000).
En definitiva, un nocaut que nos pone de pie y «nos devuelve a la tierra, o mejor dicho, quizás incluso un poco más abajo», jura el capitán Michele Lamaro al final del partido.
Y pensar que la primera parte pasó volando con el 35-17 en el marcador para los Bleu y con Italia ganando, al menos durante los primeros 28 minutos de juego.
Los transalpinos empezaron agresivos, la defensa italiana aguantó bien y la primera puerta corrediza del partido llegó en el minuto 10: try no concedido a Francia con Barrè y un minuto después melé de Italia y la ventaja llega gracias al ingenio de Menoncello.
Los franceses no se quedaron de brazos cruzados y marcaron cinco tries antes de volver a los vestuarios (Guillard, Mauvaka, Dupont, Boudehent y Barre), con el gol de Brex y el tiro libre de Allan de por medio, para un equipo, liderado por Gonzalo Quesada, que, como pidió el propio técnico, intentó jugar con ingenio, pero tuvo que pagar la superioridad de los visitantes.
Sin embargo, no hubo cambios en el inicio de la segunda parte, salvo Fischetti, que abandonó el terreno de juego debido a una contusión en el muslo derecho antes de regresar al vestuario (en su lugar entró Mirco Spagnolo).
Las vueltas de Francia, sin embargo, aumentaron y en 11 minutos llegaron dos tries, los de Alldritt y Bielle Biarrey.
Los visitantes volaron a +30 y el diferencial aumentó porque al final del partido serán 49 puntos con el equipo entrenado por Gatland que llegará a once tries totales con los de Dupont, Attissogbe y Louis Barassi, más las conversiones de Ramos y Lucu.
«Ellos aprovecharon cada error que cometimos», dice Lamaro analizando la derrota, «hoy se llevaron todo. Que esto sirva de lección para los próximos partidos, porque también será una batalla increíble contra Inglaterra. Es una derrota difícil de digerir que nos devuelve a la tierra, quizá incluso un poquito más abajo».
Un análisis con el que coincide incluso el seleccionador nacional, Gonzalo Quesada.
«La verdad es que espero que nos duela mucho la cabeza esta derrota -explicó el técnico-. Espero que nos duela perder con un marcador así porque cuando eres un equipo que quiere competir no puede ser de otra manera. Pero sigo confiando en que tendremos los recursos para aprender la lección y demostrar carácter en los próximos partidos, siguiendo trabajando con el mismo espíritu y las mismas ganas de siempre».
La cita ahora es en Twickenham para el partido con Inglaterra y después de nuevo en el Olímpico contra Irlanda.
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