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martes, febrero 25, 2025

Boca y un martes de festejo o crisis: la racha maldita que intentará romper en la Copa Libertadores en el parido 21 de Gago

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Fue el Rey de América, más allá de la chapa que Independiente ostenta y conserva desde 1984. Fue en los tiempos de Carlos Bianchi como entrenador y con Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Juan Román Riquelme, hoy presidente. Boca se imponía en todo el continente. Sin embargo, hace cuatro años que no gana un mano a mano por la Copa Libertadores. Fue justamente en 2020, cuando Fernando Gago se retiró con la camiseta de Vélez. Entre este número particular, y la urgencia de lograrlo este martes por la noche, se debate Boca.

Las preguntas surgen en torno al nivel del equipo. ¿Por qué no arranca? ¿Cuánto tiene que ver el técnico y cuánto los jugadores? Esta vez, más allá de que Riquelme suele ser el blanco de los cuestionamientos, pocos le podrán apuntar al Consejo de Fútbol. A fin de cuentas, se invirtieron 25 millones de dólares en refuerzos.

La Bombonera, ahí mismo donde ganó por última vez un partido de la Copa que lo obsesiona el 23 de diciembre de 2020 ante Racing (2 a 0), será un cabildo abierto frente a Alianza Lima. Estará obligado a cortar la racha negativa contra los peruanos, que se impusieron por la mínima diferencia en Perú. Ya son 14 duelos de eliminación directa sin triunfos. Con un preocupante agregado: en 11 de ellos, no marcó goles. Así y todo, llegó a la final de la Libertadores de 2023, cuando cayó 2 a 1 con Fluminense en el Maracaná.

El repaso arranca en las semis de la Copa de 2020, cuando empató 0 a 0 con Santos en la Bombonera y cayó 3 a 0 en Vila Belmiro. Al año siguiente, fue 0 a 0 de local y 0 a 0 de visitante ante Atlético Mineiro, que lo venció por penales. La misma situación se dio en 2022. No hubo goles en San Pablo y tampoco en Buenos Aires contra Corinthians, que otra vez se impuso desde los doce pasos. Ambas caídas frente a los brasileños se dieron en los octavos de final.

Yeferson Soteldo fue una pesadilla para Boca en la serie de 2020.  Foto: EFE
Yeferson Soteldo fue una pesadilla para Boca en la serie de 2020. Foto: EFE

En 2023 se dio vuelta la taba. Con Chiquito Romero en su mejor momento, pasó por penales ante Nacional (0 a 0 y 2 a 2), Racing (0 a 0 en los dos partidos) y Palmeiras (0 a 0 y 1 a 1). Con Fluminense, dicho está, fue una derrota que todavía duele.

Para Boca será un desafío cerrar este mata-mata. Los peruanos llegan con ventaja y un técnico que conoce el paño. Néstor Gorosito dijo que el estadio no juega, que es «biri, biri». Sin embargo, los de afuera no serán de palo. El sábado, sin ir más lejos, manifestaron no están conformes con el equipo. Expresaron su bronca a través de canciones que solo se aplacó con la victoria frente a Aldosivi.

Gago le pidió a la gente que confíe en el equipo, que va a dejar todo. Para el entrenador será un choque decisivo para su futuro. Una eliminación en fase 2 no sólo hará estallido el sueño de la séptima; tampoco podrá disputar la Sudamericana, el consuelo de la fase 3. Y minará su ciclo, que ya tiene 21 partidos y muchos claroscuros.

Agustín Marchesín fue clave en la ida para evitar una goleada. Agustín Marchesín fue clave en la ida para evitar una goleada.

El saldo de Pintita abarca 10 victorias, 6 empates y 5 derrotas. Su equipo marcó 26 goles y recibió 18. El porcentaje es favorable con 57%.

No obstante, hay una fuga en este cálculo: la eliminación de la Copa Argentina en las semifinales con Vélez, lo que puso ante este panorama de incertidumbre en la Libertadores.

De todos modos, lo que más preocupan no son los números sino su rendimiento. El equipo tiene una identidad difusa, con muy pocos momentos de buen fútbol, y Gago ya lleva cuatro meses al frente del plantel.

A lo largo de su ciclo, Gago utilizó 7 esquemas tácticos. En 2024 predominó el 4-3-3. Desde este año, apeló al 4-3-1-2 con Carlos Palacios como enganche, o al 4-2-3-1, siempre con el chileno detrás del “9”, o el 4-1-4-1 del sábado. Nunca repitió el equipo.

“Creo muchísimo en la competencia interna”, justificó el entrenador, que este año dispuso de 29 futbolistas en los nueve duelos que disputó Boca (uno por la Copa Argentina, otro por la Libertadores y el resto por el Torneo Apertura).

Hay una situación recurrente en el plantel y la pregunta tiene que ver con la preparación física. Gago es muy exigente con el peso y con el entrenamiento. El profe Roberto Luzzi sigue estrictamente sus instrucciones. Pero en 2025 ya sumó cinco desgarrados: Ander Herrera (isquiotibial derecho), Tomás Belmonte (gemelo izquierdo), Ignacio Miramón (cuádriceps derecho), Ayrton Costa (bíceps femoral miembro inferior derecho) y Camilo Rey Domenech (soleo derecho).

Además, casi no pudo contar con Edinson Cavani, quien sufrió una pequeña fractura en una vértebra, y Marcos Rojo recién volvió el sábado, tras una inflamación en el Talón de Aquiles. Solo había jugado 45 minutos. Ambos estarán disponibles para este martes. También, Herrera y Costa.

Cavani sufrió una pequeña fractura en una vértebra.  Foto: Maxi FaillaCavani sufrió una pequeña fractura en una vértebra. Foto: Maxi Failla

Hasta ahí, la responsabilidad de Gago. ¿Qué le cabe a los futbolistas, criticados por su actitud en las redes sociales? Alan Velasco, sobre todo, es el más cuestionado. Hasta ahora, no justificó el pago de 10 millones de dólares que Boca le hizo al Dallas FC. Jugó 7 partidos y su prestación fue de regular a mala.

Williams Alarcón es otro de los refuerzos que hasta ahora no dio la talla. Herrera es otro que jugó poco y nada por la lesión; Palacios tiene desniveles y Rodrigo Battaglia no se destacó. Marchesín y Costa son los que tienen el pulgar arriba. Entre los que ya estaban, todos mostraron un rendimiento de regular a malo.

“Tenemos el partido de vuelta en nuestra casa, vamos a ir con mucha confianza y sabiendo bien lo que tenemos que hacer, mejorar y tratar de llevarnos el resultado. Le digo al hincha que confíe, que nosotros vamos a trabajar y a tratar de lograr que Boca sea un equipo que compita y logre la clasificación. Son cuestiones del fútbol», afirmó Gago.

La Bombonera jugará su partido, aunque Alianza Lima tiene un antecedente de alto impacto: ya ganó en 1966 con un gol de Víctor Zegarra. Boca espera que esta vez sea diferente, claro.

Redacción

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