Tal como había anunciado hace poco más de un mes, una histórica fábrica de telas confirma el cierre de todas sus sucursales y se declara en quiebra. Luego de 82 años en el mercado, y en medio de un contexto complejo donde se conjugan varios factores, Joann Fabric bajará las persianas de más de 500 tiendas.
Durante ocho décadas la compañía suministró materiales de arte y telas en Estados Unidos. A través de un comunicado, explicaron que habían presentado una solicitud de protección por bancarrota del Capítulo 11, por segunda vez, ya que en marzo de 2024 habían acudido a la misma medida y habían evitado el cierre masivo.
Luego de realizar varios intentos para mejorar su situación financiera, no hubo posibilidades de remontar el negocio y un nuevo grupo inversor consideró que la mejor opción era dar por terminada esta etapa.
En enero Joann tenía más de 800 locales minoristas, y cientos de ellos cerraron en febrero. La empresa tenía un inventario de 538,3 millones de dólares y empleaba a 19.000 personas en todos los estados de Estados Unidos, excepto Hawái.
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Declararon una deuda de 615,7 millones de dólares, con un total de 133 millones de dólares de saldo negativo acumulado con sus proveedores. Solo para mantenerse en funcionamiento y en alquiler de sus locales, requerían 26 millones de dólares cada mes.
Los documentos judiciales que presentaron también muestran que habían eliminado ciertos productos de los que dependía la cadena, y las entregas de hilos y artículos de costura dejaron de ser en tiempo y forma, lo que afectó la reputación de la marca.
En diálogo con Newsweek, Kevin Thompson, el experto en finanzas y fundador de 9i Capital Group, aportó una posible explicación: «La pandemia fue el primer golpe, por la caída de los ingresos, y el aumento de la deuda puso a Joann en una situación difícil».
«Cuando escuchen la palabra ‘apalancamiento‘, sepan que es sinónimo de mayor riesgo; cuando se adquiere una empresa con dinero prestado y las tasas de interés comienzan a aumentar, la deuda se vuelve más difícil de pagar», agregó Thompson.
Alex Beene, instructor de educación financiera de la Universidad de Tennessee en Martin, aseguró que los problemas financieros de Joann reflejan «una realidad más amplia para otras tiendas minoristas».
«No quiero decir que esto sucederá con otros minoristas que están en peligro, pero debería servir como advertencia de que es posible que se produzcan cierres masivos si los líderes ven que el camino hacia la rentabilidad es casi imposible», sentenció Beene.