El nuevo boom inmobiliario, con una oferta que no logra cubrir una demanda al alza, está volviendo a impulsar el precio de los pisos por encima de los salarios y empeorando la tasa de esfuerzo para pagar una vivienda en las zonas de mayor presión. Así ocurre en veinte ciudades de la gran conurbación urbana de Barcelona, donde el desequilibrio entre renta disponible de los hogares y la cuota hipotecaria media supera los niveles razonables, fijados en el 35%, indican los últimos datos de Tinsa referidos al cuarto trimestre del 2024, cuando el coste de las casas más ha acelerado.
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