Patologías como la parálisis cerebral, la esclerosis múltiple, el ictus o el Alzheimer, entre otras, dificultan la capacidad de expresar emociones o situaciones de estrés, algo fundamental en nuestro día a día. Un equipo de la Universidad de Barcelona (UB) participa en un ambicioso consorcio público-privado para desarrollar una innovadora herramienta que, a partir de marcadores biométricos, sea capaz de diagnosticar el estado emocional y el estrés del usuario y transmitir esta información de manera fácil y eficiente con su entorno.
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