La guerra de la ronda de Sant Antoni está lejos del armisticio. Muchos vecinos a ambos lados de este céntrico eje quieren se reviertan buena parte de las obras estrenadas a principios de año. Los de BComú ya se hicieron eco de estas reivindicaciones y estos días pusieron en marcha una recogida de firmas a fin de desmantelar el carril de tráfico de asfalto dispuesto, extender mediante piedra natural la plataforma única, suprimir los nuevos aparcamientos, aumentar el espacio público, montar un Obrim carrers los fines de semana…
“Los cambios impuestos por el PSC han convertido un espacio de convivencia en un caos de tráfico –dice el texto que acompaña la recogida de firmas–. Han eliminado la plataforma única, favorecido el paso de vehículos y reducido zonas de estancia y juego infantil. Esta decisión ignora las necesidades del barrio y va contra la lucha por una ciudad más verde”. BComú también llevará esta cuestión al próximo pleno del distrito del Eixample.
Lee también
Estas iniciativas vienen de la mano de las presiones de las entidades vecinales de los barrios de Sant Antoni y del Raval que siempre abogaron por la pacificación total de la ronda de Sant Antoni, unas entidades que de un tiempo a esta parte tratan que los grupos municipales reabran el debate político sobre esta obras porque entienden que los supuestos ajustes del proyecto realizados por el gobierno del alcalde Jaume Collboni contravienen el proyecto realizado en virtud del correspondiente proceso participativo y luego aprobado en pleno del Ayuntamiento, que estas semanas de estreno están poniendo de manifiesto que estos ajustes están alimentando el paso de vehículos privados.

Muchos vecinos quieren que se extienda la plataforma única de una lado a otro de la ronda
Guzmán Benvenuty
“Hemos trasladado esta cuestión a todos los partidos y al Síndic de Greuges –explican en la plataforma que agrupa a estas asociaciones–. No hablamos de meros ajustes, sino de cambios sustanciales que están favoreciendo el uso del vehículo privado. Los atascos y las infracciones son continuos. Esto no es lo que habíamos acordado”.
La verdad es que los socialistas siempre contemplaron la pacificación total de la ronda de Sant Antoni con ciertos resquemores, en tanto que otros muchos vecinos de los alrededores entienden que el cierre total del tráfico también puede acarrear muchos problemas de convivencia. Permitir o no el paso de los autobuses fue una de las diferencias vecinales más espinosas.
Y, de hecho, en la última campaña electoral, los socialistas dijeron que replantearían esta transformación pendiente desde hacía lustros, pero una vez tomada la alcaldía el nuevo ejecutivo municipal la asumió. A su parecer el uso de asfalto en la calzada en lugar del granito inicialmente previsto no comporta ninguna modificación de la movilidad en principio planeada y, además, mejora el mantenimiento y la conservación del vial ante el paso continuo de autobuses.