El nuevo instrumento financiero que implementó River superó todas las expectativas. La obligación negociable, la primera emisión de estas características de un equipo de fútbol, fue un éxito tal como había sucedido con el fideicomiso de octubre pasado.
Este martes 25 de febrero y en cuestión de horas, el club de Núñez recibió ofertas por más de 23.000 millones de pesos, que superó lo pensado en relación con el objetivo estipulado (un mínimo de $6.000 millones y un máximo de $12.000 millones) y de ese monto recibido, tomó 12 mil millones de pesos, dinero suficiente para destinarlo a la construcción de una nueva Casa River en el predio de fútbol formativo de Cantilo, que tiene un costo estimado de 10 millones de dólares.
En el marco de una iniciativa caratulada desde Núñez como «el plan más ambicioso de inversiones en infraestructura en la historia de River», en total se recibieron 4.374 órdenes, un «margen extraordinario» producto de que se trata de una alternativa diferentes a los préstamos tradicionales, que permite acceso a una mayor base de inversores.
Este instrumento de deuda mediante el cual el emisor (en este caso River) obtiene fondos de inversores (un hincha o persona común también fue considerado un inversor en este caso) y se compromete a pagar intereses y capital en fechas determinadas.
Las tasas -que son las más competitivas- equivalen a la suma de la Tasa de Referencia (TAMAR) más el Margen de Corte, mientras que el capital será amortizado a 24 meses, en cuatro cuotas semestrales: el 25% a los seis meses, el 25% a los 12, el 25% a los 18 y el 25% restante a los 24. En este contexto, el margen por sobre la tasa TAMAR terminó siendo de 3,89% a diferencia de la expectativa inicial de 4,50%.
Entre las principales ventajas de las Obligación Negociable a nivel general se encuentran la certeza del cobro de la renta al vencimiento (tiene un cronograma de pagos prefijado), la calificación de riesgo (la asigna un agente externo, en este caso la UNTREF), la garantía (en la de River, los bancos organizadores, colocadores y avalistas son Supervielle, CMF, BBVA, Banco de Valores, Comafi, Latin Securities, Invertir Online y Allaria) y los tipos (hay varias en el mercado, en pesos, en dólares, con diferentes plazos y tasas, etc.).
El proyecto, además, es para una causa social. Por reglamento, los clubes de fútbol tienen prohibido acceder a esta herramienta salvo que el destino final sea ese. El lugar será de 5.000 metros cuadrados cubiertos, se edificará en un tiempo estimado de 12 a 13 meses, albergará a un promedio de 80 chicos por año (actualmente son 70) que van de 11 a 18 años, con un dato de vital importancia: entre un 60% y un 70% de ellos pertenecen a sectores que viven por debajo del umbral de pobreza y muchos llegan desde otras provincias (la mayoría son de Santa Fe).
Además, contará con salas de kinesiología, gimnasios, vestuarios y un área educativa y uno de los beneficios de su mudanza desde el Monumental es la estabilidad y concentración en el desarrollo deportivo y educativo de los jóvenes, quienes ya no verán alteradas sus rutinas a causa los distintos eventos que tienen lugar en el estadio (en el 2023, por caso, se perdieron 10 días de clase).
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