Es normal ver a Pitty La Numeróloga hablando de los demás, a través del análisis de lo que indican los números del destino. Pero en esta oportunidad abrió su corazón para contar cómo agrandó ella su familia adoptando a un adolescente de origen venezolano que formaba parte del grupo de amigos de uno de sus hijos.
Se trata de Jhere Jesús, un joven que cumplió hace poco 17 años y transformó positivamente el día a día de la dinámica familiar.
“Entre todas las historias lindas de la vida, me llegó algo hermoso. Siempre en las familias hay un hijo que se adopta. Ese amiguito de tus hijos que viene, se queda y se transforma en uno más. Y acá pasó algo de eso”, comienza a narrar en diálogo con Revista GENTE.
“Jhere es un personaje hermoso que vino a mi vida cuando me mude a esta casa en la pandemia. Siempre este lugar era el punto de encuentro y veía que él estaba mucho. Cuando los chicos se fueron al viaje de escuela, no pudo ir y venía conmigo a merendar o quedarse un rato. Me parecía un montón. ‘¿Este chico qué onda?’, me cuestionaba internamente. Me hice esa pregunta hasta que conocí su historia”, dice.
-¿Y con que te encontraste?
-No tiene papá ni mamá. Su única familia es su tío, un chico muy joven que se hizo cargo de él y lo crio. Llegó a la Argentina, tuvo una gran propuesta laboral y lo pudo mandar a ese buen colegio. En un momento le salió un trabajo en España, que era el trabajo de sus sueños, y con sus treinta y pico de años y con todo lo que hizo por ese nene desde que tenía tres años, decidió tomarlo.
-¿De qué forma se volvieron a encontrar hasta llegar a la adopción?
-Cuando estaba allá en Europa fuimos a pasear y lo visitamos. Lo pasamos a buscar y lo llevamos a Venecia. Era como que nos adoptamos. Pero llegó un momento en el que había que hablar claro y materializar este deseo que tenía de vivir con nosotros en Argentina. ‘Habla con tu tío, ponete de acuerdo y, más allá de todo, quiero que sepas que siempre vas a encontrar un lugar en mi casa’, le dije. Su tío me llamó y le ratifiqué que no había ningún problema en recibirlo. Fue así que pedimos una entrevista en la Justicia y Jhere le dijo a los jueces que quería tener una mamá porque nunca había tenido una. Luego de varias citas, la Justicia lo abrazo, lo contuvo y le dio la oportunidad de tener a esta mamá. Él en esta casa cuenta con su propia habitación, sus cosas y se lo quiere mucho, como también se le pone límites.
-En este caso tus hijos y vos lo adoptaron antes de que haya papeles, la adaptación fue natural.
-Claro. Y se llevan muy bien, son compañeros. Bailan, cantan, andan hablando e chicas todo el tiempo. Se divierten mucho, y a la vez son relajados. Me joden y me piden que me consiga un novio. A veces llego del hospital y me pongo a llorar por todo lo que estoy pasando, y enseguida me ayudan a desdramatizar.
-Y que bomba esta casa con dos de 17.
-Ni me hables. Te cuento algo gracioso… mi otro hijo de 17 tiene novia y Jhere no. Entonces él se abrió una aplicación para buscar una novia argentina. Así que lo acompañé a una cita al Jardín Botánico, y él la llevó a caminar. Me causó mucha gracia porque así no se hace. Le recomendé que vayan a tomar algo y me dijo: “No, la última vez que invite a una argentina me dejo a los dos días así que no quiero invertir”. Es muy piola. Los de esa edad tienen otra mirada de las cosas.
-A punto de egresar, ¿ya sabe a qué se quiere dedicar?
-Jhere quiere ser economista, así que lo voy a poner a trabajar en Pitty Velas (uno de sus emprendimientos empresariales).
-¿Los demás?
-Jalil, el otro de 17 años, quiere ser diseñador gráfico y astrólogo, así que hay algo de la herencia familiar, y el más chico, Amir, es un tiro al aire. De 12 años y canchero, su única desesperación es tener una novia. Yo creo que va a ser comerciante porque es muy pillo. Ojalá los tres estudien, más allá de que la vida los lleve para otro lado. Imaginate que yo soy maestra. De algo me sirvió.
El costado maternal de Pitty La Numeróloga
Entre risas, la empresaria cuenta que no me dicen mamá. “Me dicen Pitty La Numeróloga. Son re personajes. Juegan mucho con mi trabajo. Por ahí me voy de viaje con un cantante o un jugador de fútbol y le dicen ‘papi’. Me da mucha gracia eso”, afirma.
-¿En algún momento ellos te recriminaron el hecho de no estar tan ausente por tu trabajo?
-Ellos vivieron con esta mamá en esta situación. Es lo mismo que le pasa a todos los hijos de famosos. Aun no tuve esos reclamos si no llegué a ir a fiestas de fin de año, reuniones del colegio o actos. Pero compensé con otras cosas. A mis hijos hasta los mande a estudiar a París. Siempre hice lo posible para darles las mejores herramientas.
Pitty La Numeróloga revela que se amigó con su ex marido
“Yo en el amor transito un proceso de paz.Estuve conociendo gente, algo que me hizo bien y sentir que podía. Ahora ando conversando mucho con mi ex. Lo vengo acompañando”, confiesa refiriéndose a José María Zozaya, con quien tuvo a Amir y Jalil y convivió durante dieciocho años.
“Nos hicimos cosas terribles. Cuando nos quisimos, nos quisimos mucho, y cuando nos matamos, nos matamos. Hoy él se encuentra al pie del cañón. Se mudó a la misma cuadra para estar cerca”, agrega.
-No te queda otra que llevarte bien.
-Dice que no encontró otro lugar para mudarse: justo ahí, siendo tan grande la ciudad (sonríe). Así que bueno, es tremendo. Yo justo había conocido a alguien y se mudó…
-¿Pero qué son?
-Buenos vecinos con posibilidades de ver qué onda. Estamos en algo. Pero mucho yo no puedo dar como mujer en este momento (viene enfrentando una patología canceriana). Él está pendiente de lo que me pasa, siente que soy la madre de sus hijos y tiene que estar. Me dejo querer porque me lo merezco.
-¿Qué pasó entre ustedes?
-Sabía que en el final del camino se iba a dar cuenta que la fama, la popularidad y mis horas perdidas entregando todo a una carrera iba a desacomodar la pareja. Había un precio que pagar. Simplemente hay que ser vivo y acompañar. No todo el mundo se banca que tu mujer se vaya por el mundo a trabajar con un cantante o que no puedas ir a una reunión e padres. Yo nunca quise ser famosa, pero esto me lo dio el Universo y lo aproveché. Para la gente popular es difícil contar con una mamá o una pareja famosa. Todo no se puede. A veces en una relación no siempre estás en el mismo mood, quedás como discontinuo.
Fotos: Alejandro Carra
Maquilló: Daniel Britzi
Retoque digital: Darío Alvarellos
