En las últimas horas se conoció la noticia de que, durante la pandemia, Inés Estévez atravesó un momento muy difícil de salud. Es que, según contó en una entrevista con Tatiana Schapiro para Infobae, no solo tuvo covid, sino que luego le descubrieron un granuloma maligno por el que tuvo que operarse cuatro veces en cuatro meses.
Este domingo salió una nota que hizo Tatiana con Inés, donde hablaron de su vida profesional y personal. En un momento, la periodista comentó: «Te quiero preguntar con mucho respeto, dijiste que te asustaste en la pandemia por algo de salud, ¿estás bien?».
Sin dudarlo, la actriz afirmó: «Estoy muy bien. Sí, podemos hablar de eso, no pasa nada, nunca lo dije porque hay un tema con eso… tuve lo que todo el mundo llama ‘una cruel enfermedad’. Es increíble que al cáncer no se lo nombre por su nombre. Tuve un pequeño granuloma que después de tener COVID mutó en algo maligno«.

Cuando la conductora le preguntó dónde estaba el granuloma, ella confesó que era en el aparato genital. «El problema fue que tenía programada una cirugía para sacarlo porque era una boludez, en plena pandemia, y no tuve margen de maniobra para buscar más respuestas. El resultado fue que era maligno», explicó la artista.
«Entonces me hicieron una segunda operación que fue muy cruenta, muy innecesaria. Hoy en día lo sé. Y hubo mala praxis. Ahí me morfé cuatro quirófanos, cinco internaciones en plena pandemia, de noviembre a febrero. No hubo que hacer rayos, ni quimio, ni nada. Lo sacaron y ya está, salí andando, no pasa nada, está todo perfecto… Solo que me comí una película de terror en un marco que era muy hostil», confesó Inés.

Rápidamente, Tatiana le consultó si se asustó, pero Estévez afirmó: «El miedo era por mis hijas nada más, es algo que atajé como pude. Lo feo es estar preso del sistema, eso no me gustaba, depender de personas en las que no crees mucho… La medicina alopática es muy particular, tiene cosas maravillosas y tiene cosas que son muy cuestionables».
«¿Lloraste mucho?», indagó la conductora. A lo que la actriz confesó: «No, nunca… Lloré cuando recibí la segunda anatomía patológica que decía que no tenía nada. Fue una cosa increíble. Me salió algo muy visceral, un alarido, una risa y un llanto. Era una cosa muy loca saber que iba a vivir.