En el marco de la actualidad internacional, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2025 ha reavivado políticas proteccionistas que están generando tensiones en el comercio internacional. La imposición de nuevos aranceles amenaza con desestabilizar economías emergentes, incluida la de Argentina.
Aranceles como Herramienta de Negociación
En su primer mes de mandato, Trump ha implementado aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, aunque estas medidas fueron suspendidas temporalmente tras negociaciones. Además, se impuso un arancel del 10% a productos chinos, lo que llevó a represalias por parte de Beijing. Estas acciones indican que los aranceles se están utilizando más como herramientas de presión diplomática que como políticas económicas definitivas.
Impacto en la Economía Argentina
La economía argentina, ya afectada por desafíos internos, enfrenta nuevas presiones debido a las políticas comerciales de Estados Unidos. La imposición de aranceles del 25% a las importaciones de aluminio y acero podría afectar significativamente a empresas argentinas como Ternium, Tenaris y Aluar, esta última exportando el 77% de su producción en 2023. Estas medidas podrían reducir las exportaciones argentinas y agravar el déficit comercial con Estados Unidos.
Reacciones y Perspectivas
Analistas económicos, como los de la Consultora Analytica, advierten que estas políticas podrían desencadenar una guerra comercial similar a la de años anteriores, afectando negativamente a las economías emergentes. Además, la volatilidad en los mercados financieros podría aumentar la inflación en países como Argentina, complicando aún más su panorama económico.
Expertos del sector afirmaron a Política 3D que «la Argentina necesita diversificar sus mercados de exportación y de esta manera reducir su dependencia de Estados Unidos para mitigar los efectos adversos de estas políticas proteccionistas».
Políticas Arancelarias
El retorno de las políticas arancelarias bajo la administración Trump representa un desafío considerable para la economía argentina. Es imperativo que el país adopte estrategias proactivas para enfrentar estas adversidades, buscando nuevos mercados para reducir la vulnerabilidad ante cambios en el comercio internacional.
