Un macabro hallazgo tuvo lugar en una vivienda de la calle General Conesa al 200, en Ramos Mejía. Allí, la novela «Cementerio de Mascotas» que Stephen King publicó en 1983 y luego fue llevada al cine, lamentablemente, se hizo realidad: en la localidad matancera encontraron 200 animales embalsamados y mutilados. Además, rescataron otras 50 mascotas, entre perros y gatos.
La denuncia de varias organizaciones protectoras y de vecinos de la zona fue clave para frenar el horror de un maltrato animal sin precedentes para el Partido.
La fiscal Alejandra Núñez, titular de la UFI N° 8 del Departamento Judicial de La Matanza, ordenó un allanamiento en la propiedad. Lo realizaron policías provinciales. La escena que hallaron fue macabra y lóbrega.
Además de basura acumulada y un olor nauseabundo, cuasi putrefacto, hallaron 50 canes y felinos en condiciones de hacinamiento. Asimismo, hallaron cadáveres y restos mutilados de casi 200 animales.
El dueño de la propiedad, identificado como Carlos Gabriel Caimo, fue acusado por “Maltrato animal”, pero quedó libre tras ser demorado por unas horas.
Del rescate y el hallazgo participaron también voluntarios de las ONG Fauna Urbana, Resguardando Almas, Santuario de Florcita y El Campito, entras otras, quienes, ahora, necesitan ayuda para encontrarles hogares temporales o definitivos a las mascotas rescatadas.
Se sospecha que muchas de las mascotas perdidas en la zona podrían haber estado en la vivienda de la calle Conesa. De hecho, durante el operativo, diversos dueños se acercaron al lugar con la foto de sus animales para tratar de identificarlos.