Una encuesta de KPMG Argentina revela que más de un tercio de los empresarios prefiere no vender en ciertas provincias debido a la complejidad y la carga fiscal, destacándose Misiones como una de las jurisdicciones más gravosas del país. El impuesto sobre los ingresos brutos sigue siendo el mayor desafío para las empresas.

Una reciente encuesta realizada por KPMG Argentina puso de manifiesto la creciente preocupación de los empresarios frente a la alta carga tributaria en algunas provincias, especialmente Misiones. Más de un 30% de los empresarios consultados aseguró que preferiría no vender antes que enfrentar la compleja y pesada carga impositiva en ciertas regiones del país.
El estudio, que consultó a más de 100 CFOs y especialistas impositivos de empresas medianas y grandes, revela que Misiones escaló hasta convertirse en la segunda provincia con mayor presión fiscal, desplazando a la Ciudad de Buenos Aires al tercer lugar. A lo largo de los años, la encuesta mostró un aumento en la carga tributaria en provincias como Misiones y Tucumán, lo que está afectando la rentabilidad y las decisiones comerciales de las empresas.
El Impuesto sobre los Ingresos Brutos sigue siendo el principal factor que encarece los productos y servicios vendidos en las provincias, con el 54,37% de los encuestados indicando que este gravamen es el que más impacta en sus operaciones. En el caso de Misiones, la alta carga tributaria y la proliferación de regímenes de retención hacen que muchas empresas enfrenten saldos a favor crónicos, lo que se traduce en inmovilización financiera y una mayor dificultad para operar.
“Sabemos que muchas empresas, debido a la carga impositiva, están decidiendo no operar en ciertas provincias, donde la presión fiscal es cada vez más insostenible. El 33% de los empresarios admite que prefiere no vender a lidiar con estos impuestos”, expresó Fernando Quiroga Lafargue, socio de Impuestos Corporativos de KPMG Argentina.
Además, la encuesta revela que la presión fiscal en Misiones, junto con otras provincias, está incidiendo negativamente en los planes de inversión de las empresas. El 93% de los encuestados afirmó que el marco fiscal argentino, en lugar de estimular la inversión, ha tenido efectos contrarios, obligándolos a desinvertir o, al menos, mantener sus inversiones actuales.
A pesar de estas dificultades, algunos encuestados señalan que, si las provincias comenzaran a ofrecer incentivos fiscales más atractivos, podría mejorarse la receptividad de las empresas. Sin embargo, el 93% de los consultados coincidió en que las provincias, en general, no están mostrando interés por implementar políticas fiscales que fomenten la inversión productiva, informó el portal El Economista.