Cada día que pasa es clave para capturar a «El Jefe», el deportista narco acusado de traficar toneladas de cocaína desde México a Estados Unidos. Este último país ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por cualquier información que ayude a dar con su ubicación.
También conocido como «Giant» y «Public Enemy», las autoridades estadounidenses manejan la hipótesis de que el narco deportista esté vinculado al cártel de Sinaloa, también conocido como el Cártel del Pacífico. Se trata de una organización criminal mexicana dedicada al narcotráfico y diferentes actividades delictivas, que tendrían en resguardo al deportista narco.
«La organización es violenta, responsable de muertes como parte de sus operaciones criminales», aseguró el fiscal federal interino Joseph McNally. Es por ello que el FBI lo incluyó en la lista de los «10 fugitivos más buscados», donde también figuran asesinos, estafadores, delincuentes y hasta un sacerdote.
«Se estima que unas 60 toneladas métricas de cocaína al año y cinco toneladas métricas de fentanilo al mes se trasladaban a través de Los Ángeles hacia ciudades de Estados Unidos y Canadá», explicó MacNally.
De deportista olímpico a la lista de los más buscados del FBI
Se trata de Ryan Wedding, de 43 años, quien es buscado intensamente por el FBI. El deportista narco compitió en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City de 2002 y ahora es uno de los 16 acusados que enfrenta cargos en Estados Unidos por su vínculo con una red de narcotráfico.
Sin embargo, su carrera deportiva terminó en declive, lo que llevó a Wedding a delinquir. Se presume que tras las olimpiadas construyó un emporio con el narcotráfico, a través de la violencia, ya que se lo vinculó con varios asesinatos en Ontario, Canadá.
Las primeras denuncias por sus actividades delictivas datan de 2009, pero ya le pesa una condena de 12 meses por conspiración para distribuir cocaína.
Hace tiempo que el FBI comenzó la búsqueda, en lo que se denominó “Operación Slalom Gigante”. En septiembre de 2024 se emitió una orden de arresto.
“Él eligió convertirse en un gran narcotraficante y eligió convertirse en un asesino», afirmó el fiscal de Los Ángeles, Martín Estrada. Ahora, su búsqueda se intensificó con el ingreso de su nombre a la lista del FBI
Wedding es acusado de múltiples cargos, entre ellos conspiración para poseer y distribuir sustancias controladas y exportar cocaína. Además de intento de asesinato con conexión con una empresa criminal de drogas.
Además, la Administración de Control de Drogas (DEA) también lo acusa por dirigir y participar en operaciones de narcotráfico.
