(Bloomberg) — En toda América Latina, los temores al crimen y la inseguridad están impulsando a los políticos conservadores, a quienes muchos residentes consideran más capaces para hacer que sus países sean más seguros.
Según LatAm Pulse, una encuesta realizada por AtlasIntel para Bloomberg News y publicada el viernes, aproximadamente el 54% de los brasileños dijo que el crimen y el tráfico de drogas son los principales problemas que enfrenta su país, superando tanto a la corrupción como a la economía. La mitad de los encuestados dijo que la derecha política tenía mejores planes para combatir las actividades ilegales, mientras que solo una cuarta parte dijo que la izquierda está mejor preparada.
La delincuencia también se ubicó como el problema principal en Chile (casi el 55% de los encuestados lo eligió) y más del 44% de ellos dijo que los políticos de derecha tenían los mejores planes para combatirla. Casi el 48% de los colombianos eligió la delincuencia como el principal problema de su país, mientras que la mitad de los encuestados dijo que prefería las propuestas de los conservadores para hacer que su país fuera más seguro.
La creciente preocupación por el narcotráfico y los robos representa una vulnerabilidad para los líderes progresistas de la región, muchos de los cuales ya están bajo fuego por sus antecedentes económicos. La popularidad de Luiz Inácio Lula da Silva ha caído en los últimos meses debido a la frustración por el aumento de los precios de los alimentos, mientras que Gustavo Petro, de Colombia, y Gabriel Boric, de Chile, enfrentan la insatisfacción de sus electores debido a cifras bajas de crecimiento.
Es probable que el crimen esté entre las principales preocupaciones de los votantes latinoamericanos mientras los presidentes de izquierda, o sus sucesores, se preparan para duras luchas electorales en los próximos meses.
Las calles de Santiago de Chile siguen siendo comparativamente más seguras que muchas capitales latinoamericanas, pero la creciente presencia de la pandilla venezolana Tren de Aragua ha alimentado la percepción de que Boric es débil frente al crimen. En Colombia, los esfuerzos de Petro por negociar con los grupos armados ilegales no han logrado hasta ahora avances significativos en materia de seguridad, mientras los grupos rivales luchan por el control de las regiones productoras de cocaína.
Los asesinatos han bajado significativamente en Brasil en los últimos años, pero la arraigada presencia de bandas en las favelas urbanas y en ubicaciones rurales, junto con el aumento de la delincuencia callejera, como el robo de teléfonos inteligentes, preocupa a los brasileños: casi tres cuartas partes de los encuestados (73,2%) dijeron que la delincuencia está empeorando actualmente.
En México, que ha lidiado durante mucho tiempo con el flagelo de los cárteles de la droga, casi la mitad de los encuestados clasificaron la delincuencia como el principal problema del país, superado solo por la corrupción. Aun así, los mexicanos tienen fe en la capacidad de la presidenta Claudia Sheinbaum de frenar la violencia: el 41% de los encuestados dijo que la izquierda política tenía las mejores propuestas para combatir la criminalidad.
AtlasIntel encuestó a 2.164 personas en Argentina, 2.181 en Chile, 1.807 en Colombia y 2.125 en México , todas con un margen de error de +- 2 puntos porcentuales. En Brasil, encuestó a 5.710 personas con un margen de error de +- 1 punto porcentual.
Traducción editada por Malu Poveda.
Nota Original: Crime Fears Offer Opening to Latin American Conservative Leaders
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–Con la colaboración de Beatriz Amat.
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