La jornada de hoy estuvo marcada por un fuerte operativo policial en las inmediaciones del Congreso de la Nación, donde se desarrollaba una protesta encabezada por jubilados, gremios y organizaciones sociales, a la que se sumaron hinchadas de fútbol de distintos clubes. Los manifestantes exigían la prórroga de la moratoria previsional y la restitución del 100% de los medicamentos del PAMI, en una continuidad de las marchas que vienen teniendo lugar todos los miércoles desde hace varias semanas. Sin embargo, la manifestación se vio interrumpida por represión por parte de la Policía Federal, que utilizó balas de goma, gas lacrimógeno y camiones hidrantes para dispersar a los asistentes.
Los manifestantes se habían congregado en las avenidas Callao y Rivadavia, cerca del Congreso, en un intento de hacer escuchar sus reclamos. Durante las primeras horas de la protesta, el ambiente era tenso, pero sin mayores incidentes. Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando la Policía Federal comenzó a reprimir la concentración. Según testigos, los efectivos policiales actuaron con una agresividad notable, utilizando gas lacrimógeno para dispersar a la multitud y camiones hidrantes para arrojarlas agua a alta presión sobre los manifestantes, lo que provocó heridas y malestares en varios de los presentes.
La intervención no solo afectó a los manifestantes principales, sino también a los hinchas de fútbol, muchos de los cuales llegaron con banderas y pancartas en apoyo a la causa de los jubilados. En medio de la represión, varias personas fueron atendidas por personal del SAME y de la Cruz Roja debido a los efectos del gas lacrimógeno y el agua de los camiones hidrantes. Estos manifestantes fueron derivados a centros médicos cercanos, aunque no se reportaron víctimas de gravedad.
Reacciones del gobierno y deslegitimación de la protesta
En medio de la protesta, el vocero presidencial, Manuel Adorni, ofreció una conferencia de prensa donde minimizó la movilización y la calificó como una movilización «kirchnerista» y «de izquierda». En sus declaraciones, Adorni señaló que se trataba de una «marcha de barrabravas» y anticipó que la convocatoria tendría «baja o nula convocatoria». Además, expresó que las hinchadas de fútbol que se habían sumado al reclamo «poco tienen que ver con el reclamo de los jubilados».
La referencia de Adorni a las hinchadas de fútbol fue un intento por deslegitimar la protesta, dado que en muchos casos las barras bravas, asociadas históricamente con la violencia en los estadios, suelen estar en el centro de la atención mediática. Sin embargo, muchos de los manifestantes consideraron que esta postura buscaba desviar el foco de atención de las verdaderas demandas del sector jubilado y de las organizaciones sociales.
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Reclamos de los jubilados y el contexto político-social
Desde el sector de los jubilados, las organizaciones que convocaron la protesta denunciaron que el operativo policial había sido desproporcionado y que las autoridades estaban intentando desmovilizar a un sector de la población que ya viene padeciendo las políticas económicas del Gobierno de Javier Milei. En este sentido, los manifestantes señalaron que los reclamos sobre la moratoria previsional y los medicamentos del PAMI son fundamentales para garantizar una vida digna para los jubilados y pensionados del país.
A pesar de la represión, los sectores movilizados afirmaron que continuarán con sus acciones de protesta, advirtiendo que no cesarán hasta que sus exigencias sean escuchadas. La manifestación de hoy, en particular, fue un claro reflejo de la creciente tensión entre el Gobierno y los sectores más vulnerables de la sociedad, quienes reclaman mayores derechos y protección ante las políticas de ajuste implementadas por la actual administración.
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