“Hola, pa. Te venía a decir que acá está todo bien», le escribió Lautaro Alvaredo a su padre a la 1.47. Siete minutos después, Diego, su papá, le respondió «Dale, ¿dónde estás?». Lautaro le explicó: «Enfrente de la plaza de Laferrere. Un boliche que se llama Cyrux». «Bueno cuidate y alejate de los problemas», le sugirió su papá. «Sí, dale, pa, un beso», le contestó Lautaro.
Ninguno de los dos imaginó que esa sería su última conversación, el 5 de noviembre de 2023. Horas después de esa conversación, el joven de 19 años fue atacado por una patota: producto de la brutal golpiza, permaneció doce días internado con muerte cerebral, pero su cuerpo no soporto más.
A más de un año, el pasado miércoles, el Tribunal en lo Criminal N° 3 de La Matanza, conformado por los jueces Eduardo Sánchez, Gerardo Gayol y Raúl Elhart, sentenció, por unanimidad, a prisión perpetua a los tres acusados de asesinar a Lautaro. Tras la lectura, en diálogo con El1, Diego, padre de la víctima, expresó que lloraron de alegría al enterarse el veredicto.
Es que, los magistrados, resolvieron dictar la culpabilidad y pena máxima para Ian Agustín Noguera, de 20 años, Patricio Nicolás Moreira de 20 y Fabricio Román Stella, de 19, fueron condenados a la pena máxima por el delito de “Homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso real en poblado y en banda”.
El padre del joven contó que, si bien fue “un día muy difícil” porque el fallo se dio a conocer el día del cumpleaños de su hijo, al conocer que los tres imputados recibieron la pena máxima se sintieron “contentos”. “Escuchamos muchas mentiras de los abogados de los asesinos por eso teníamos dudas si les iba a dar una sentencia justa, pero por suerte así fue”, manifestó.
La madrugada de la golpiza
El violento ataque ocurrió cuando Lautaro y sus amigos fueron al boliche Cyrux, situado en la avenida Luro y Pedro Obligado, de Gregorio de Laferrere. De acuerdo a lo establecido hasta el momento, en el local bailable se generó una pelea entre el grupo en el que estaba Lautaro y otros jóvenes que se trasladó a una plaza ubicada a cien metros.
En un momento de la pelea, que involucraba a varios jóvenes, Lautaro cayó al piso y, luego, recibió fuertes golpes en la cabeza hasta quedar inconsciente. Uno de los amigos que estaba con la víctima declaró que la pelea se inició cuando un joven se enfrentó a golpes de puño con uno de los integrantes de su grupo porque le habían roto unos lentes adentro del boliche.
Ante esta situación, el personal de seguridad del local decidió expulsar a todos los que habían participado de la pelea. Luego de unos minutos, Lautaro y sus amigos salieron del boliche y, cuando caminaban hacia la Plaza Ejército de Los Andes, ubicada a menos de cien metros del local bailable, fueron atacados a golpes.
