Un pedacito del carnaval uruguayo en La Plata: La Mojigata. Murga

Se trata de La Mojigata, una murga de culto que cumple 25 años. Su letrista, Ignacio Alonso, adelantó el espectáculo bordeando temas como: los límites del humor, criar infancias con los Paw Patrol y el reciente triunfo del progresismo en las elecciones. Tocan este domingo

Colaboración de Felipe Gutiérrez Ríos

Es una de las murgas que revolucionó el carnaval a comienzos de siglo. La Mojigata fue el primer conjunto que pasó desde la movida de la murga joven al carnaval mayor de Uruguay. Junto con otras, reformuló de manera definitiva al género. Desde una mirada irónica y crítica, durante estos 25 años la murga buscó habitar el carnaval alejada de los lugares comunes.

Se presentan en La Plata este domingo 16/3 – 20:00 con la murga platense La Retirada en el Teatro Metro, entradas en su web. 

Antes de la presentación, charlamos con Ignacio Alonso, quien fue durante 20 años director responsable de la murga. En la actualidad es letrista y está a cargo del redoblante de la Mojigata. Comenta que traerán el espectáculo que presentaron en el carnaval recién pasado, al que le sumaron algunos segmentos de años anteriores. “Queríamos presentar algo que no tuviera grandes pretensiones filosóficas, sino que buscara entretener en los distintos tablados y escenarios del carnaval. Con esa motivación fueron apareciendo ideas como atacar a los discursos que son supuestamente ambigüos, de ahí el título: sí pero no”. 

La murga y la política

Alonso agrega que la situación política también fue un disparador del espectáculo que presentarán en Argentina. “En época de elecciones se discute de política en todas partes y muchas veces aparece como un debate de blanco y negro. Nos interesa desde el humor y el sentido crítico discutir con eso”. El carnaval transcurrió apenas unas semanas despues del regreso del Frente Amplio (FA) al gobierno en Uruguay, luego de un periodo de gobierno de derecha. Ignacio Alonso considera que era necesario insertar lo que dicen este año en ese contexto, sin buscar explicar nada, pero dando cuenta de esa realidad. 

“Siempre se reclama desde la derecha que las murgas no criticamos al Frente Amplio”, cuenta el letrista que luego destaca que en su caso este año hicieron primero una crítica a la corrupción de la derecha para luego “dar palo” al actual gobierno. “En Uruguay siempre se confunde a la izquierda con el Frente Amplio, los medios hacen eso de manera deliberada. Y en realidad es una coalición que tiene muchas organizaciones algunas de ellas de centro izquierda y hasta un poquito más lejos, te diría”.

Varias murgas en el pasado carnaval hicieron críticas a la posición de la mayoría de la dirigencia del Frente Amplio, como al ahora presidente Yamandú Orsi, que se manifestaron en contra del plebiscito que buscaba eliminar a las AFAP (las AFJP uruguayas) impulsado por organizaciones sindicales.

“En la murga quisimos hacer un juego con eso para tratar de separarnos. Obviamente la izquierda es mucho más que el Frente Amplio y el FA se compone con sectores que no son de izquierda. En el espectáculo decimos que la izquierda es una ideología y el Frente Amplio una herramienta electoral”, comenta Alonso. 

De géneros y familias

En ese sentido la murga también aparece como una herramienta: La Mojigata cruza el charco trayendo uno de los géneros más populares de Uruguay y que cada vez se internacionaliza más, proceso del que la murga también ha sido parte con diversos viajes a la Argentina a lo largo de su historia.

“En una época desde La Mojigata también quisimos corrernos un poco del género y con el tiempo te das cuenta que es también una herramienta que valorizas por el código que maneja, sus formas de expresión y un montón de otras cosas que pasan, que están por fuera hasta incluso del espectáculo. Hoy la murga la vivimos como algo imponente, una herramienta para decir algo y pararnos de un determinado lugar”, comenta Alonso. 

En otro de los pasajes la murga aborda la crianza cuestionando, desde un lugar de padres y madres, los consumos que tienen las infancias. Sitúan su crítica en particular en los Pow Patrol, dibujitos a los que describen como “perros miliqueros” e ironizan con la posibilidad de estar criando buchones. Con humor, la murga sitúa la reflexión en lo que adoctrinan y proyectan nuestras cabezas, más que en la policia externa.

Tambien habla sobre qué nos hace reir. Sabiéndose parte de un carnaval que históricamente ha buscado el humor en la burla de lo diferente, de lo que se aleja de la norma. La Mojigata critica ese humor, pero a la vez plantea que abordarlo desde la censura sería contraproducente. “Si se hace eso, el hecho se magnifica. Eso ha pasado en carnaval y mucha gente se termina poniendo en contra de ese reclamo y a favor del artista. Entonces por ese lado también poner límites resulta peligroso”, comenta Alonso. 

Carnaval, concursos y tablados

La presentación que traerá La Mojigata este domingo en La Plata marca también el regreso de la murga al carnaval oficial luego de cinco años donde se presentó en un carnaval alternativo denominado “Más Carnaval” y otros circuitos por fuera del “oficial”.

“Fue un intento por hacer un carnaval diferente pero por distintas circunstancias quienes estamos organizando un poco la murga entendimos que, bueno, La Mojigata de alguna manera pertenece a este carnaval. Con todas las críticas que tenemos, entendemos que este es también nuestro espacio y nuestro lugar y que tiene una infraestructura que nos permite conectarnos con un montón de público diverso”, dice Ignacio. 

El carnaval “oficial” es organizado por la Intendencia de Montevideo y la asociación de agrupaciones de carnaval. Además de los tablados, que son escenarios populares y comerciales, su columna vertebral es el concurso, que evalúa los espectáculos en distintas categorías. “Para nosotros fue retomar un camino de la murga en el carnaval oficial que significa ver si seguis vigente de alguna manera, porque los tiempos corren rapidísimo y también todas las propuestas artísticas cambian, el género murga no es la excepción”, comenta. Este año la Mojigata terminó en el sexto lugar, entre 21 murgas.

Alonso marca la particularidad del hecho de hacer arte en un contexto en el que es inmediatamente evaluado, no solo por el jurado de carnaval si no también por la prensa y hasta por el público que compara unas murgas con otras.

Lo entiende como parte de la dinámica del carnaval; “una vez que decidiste estar en carnaval ya sabes que estás dentro de un concurso, en el que te interesa ir bien porque el concurso valida el espectáculo que haces. También es un tema tradicional y nosotros no estamos por fuera de todo eso, te molesta que esto sea así pero sos parte de esa tradición. Como se llama el espectáculo de este año, lo vivis como un sí pero no”.