Aunque la Justicia asegura que en Bahía Blanca ya no quedan desaparecidos tras la catástrofe que provocaron las extraordinarias lluvias de la semana pasa, en la ciudad de Corrientes Roberto Meza sigue sin poder comunicarse con su hijo Joel (24). Dos días antes del temporal, el joven le había pedido plata a su hermana, oficial de la Bonaerense, para ir a ver una propuesta laboral en la zona rural bahiense. Desde entonces no saben nada de él.
“Hablé con Joel el 5, me contó que le había llegado una oferta de trabajo, con pagos quincenales. No sabía bien de qué se trataba ni supo decirme dónde. Le habían dicho que iba a cobrar 430.000 pesos por quincena. Yo le dije que fuera a hablar, que viera si era una propuesta seria, si había algún contrato”, recuerda Roberto, que hace una semana se retiró del servicio activo de la Policía de Corrientes.
“Joel se había ido a Bahía Blanca en noviembre del año pasado porque acá cuesta conseguir trabajo, sólo hay changas. Se anotó en el curso para ingresar a la Armada, pero al mes pidió la baja. Me dijo que lo maltrataban mucho, que no quería pasar más por esa situación”, agrega el padre, que se aferra a la esperanza de hallar a su hijo con vida.
A pesar de esa situación, Joel decidió quedarse en Bahía Blanca y buscar trabajo estable y mejor remunerado que en su provincia. El miércoles de la semana pasada se mostró entusiasmado con la posibilidad de trabajar en el campo. “Le pidió a la hermana que le prestara 12.000 pesos. Al día siguiente, el jueves, tenía que ir a ver el trabajo”, relata Roberto.
“Desde ese día perdimos contacto con él, no sabemos nada. Al principio no me preocupé mucho porque sabía que la ciudad estaba sin luz y las comunicaciones complicadas. Primero pude hablar con mi hija, que vive en una zona donde sólo entraron 10 centímetros de agua en las casas, pero con él no pudimos hablar más”, continúa.
Joel tiene otros cuatro hermanos y dos medio hermanos en Corrientes. Hincha fanático de River, desde su adolescencia fue aprendiendo diferentes oficios de la mano de Roberto. “Sabe cocinar porque yo solía hacerlo para algunos eventos, pero también tiene conocimientos de albañilería, fue mozo…”, enumera orgulloso.
La última conexión del joven al WhatsApp es del miércoles 5 a la tarde. «También vimos que entró a sus redes sociales. Yo quiero pensar que está en un lugar todavía aislado, que se le cayó el celular al agua y por eso no puede contactarse con su familia”, explica Roberto. Es la esperanza de encontrarlo y volver a estrecharse en un interminable abrazo.
“Se comunicaron todos mis camaradas de la Policía, me ofrecieron viajar a Bahía Blanca. Les dije que por ahora no, que se está encargando de todo mi hija. Vamos a esperar acá las novedades sobre Joel”, agrega.
Sol Meza, la hermana de Joel, hizo una denuncia formal por su desaparición. Unas horas después, sin que nada se supiera del joven, la Justicia bahiense dijo que ya no quedaban personas desaparecidas tras el temporal en Bahía Blanca.

La historia de Joel se hizo pública luego que su familia emitiera un alerta en la página de Facebook “Fallecidos y Desaparecidos en Bahía Blanca Temporal 07/03/25”, que fue creado por vecinos y usuarios, en paralelo a los registros oficiales de víctimas dadas a conocer por el Gobierno.
De acuerdo al Municipio, sólo quedan dos personas desaparecidas, las hermanitas Pilar y Delfina Hecker, de 1 y 5 años.