Martorell / Barcelona
Las propuestas que el Ministerio de Transportes ha puesto encima de la mesa de negociación con los sindicatos para desconvocar la huelga de Renfe dan respuesta a las principales reivindicaciones de los trabajadores. De ser aceptadas por los representantes de los comités de empresa, la nueva empresa mixta para Catalunya estaría integrada dentro del grupo Renfe como una filial de la operadora pública estatal –lo que obligaría a cambiar el diseño de la nueva empresa catalana dibujado hasta el momento– y la infraestructura de la línea R1 pasaría a ser titularidad de la Generalitat, aunque su gestión seguiría en manos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) por un tiempo indefinido.
Las concesiones por parte del Gobierno para tratar de evitar las siete jornadas de huelga suponen una rebaja sustancial respecto al tipo de traspaso al que aspiraba ERC cuando lo cerró hace dos años en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez. Aún así, los republicanos han decidido no saltar a la yugular del Ministerio de Transportes y se han limitado a darle un toque de atención.
El vicesecretario de comunicación del partido, Isaac Albert, ha reivindicado este sábado durante el congreso que celebran en Martorell que la gestión de Rodalies deberá culminar con una empresa “cien por cien catalana y de la Generalitat”, aunque se ha mostrado “consciente de que necesita un recorrido y no será de un día para otro”, tal y como ya apuntaba el líder de la formación, Oriol Junqueras, hace unas semanas.
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David Guerrero

Lo cierto es que el escenario al que apunta ERC no se atisba en el horizonte ni a medio ni a largo plazo, ya que el borrador de estatutos de la empresa mixta define una empresa cuyo capital social se reparta entre la Generalitat, al 51%, y el Gobierno, con el 49% restante. El consejo de administración, por su parte, será paritario y estará formado por cuatro miembros designados por el Gobierno (en el acuerdo planteado a los sindicatos se especifica que serían de Renfe Viajeros) y otros cuatro por la Generalitat, con un presidente también propuesto por el Govern y que tendrá el voto de calidad.
“Éste es un marco que ni los sindicatos ponen en duda”, ha remarcado la consellera de Territori, Sílvia Paneque, en declaraciones a TV3 desde la Seu d’Urgell. Tanto en la Generalitat como en el Ministerio de Transportes se impone la prudencia a la hora de hacer declaraciones, incluso por parte del locuaz ministro Óscar Puente. En Madrid hay representantes del departamento de Territori implicados directamente en la negociación con los sindicatos, que este sábado se han dado un respiro tras un viernes de largas reuniones que acercaron posiciones pero acabaron sin acuerdo.
El domingo se retomarán las conversaciones, con la esperanza de llegar a algún pacto que evite unos paros que pueden trastocar por completo la movilidad a partir del lunes. Si los trabajadores de Renfe siguen la tónica de las últimas huelgas, no todos los trenes de los servicios mínimos circularán ya que acostumbran a notificar incidencias sobrevenidas o incumplimientos estrictos de seguridad como las ventanas grafiteadas que formalmente impiden que un convoy salga a circular.