La gestión de Maximiliano Pullaro continúa su contienda contra el narco y el crimen organizado y una de las actividades que la gobernación lleva a cabo desde su asunción es subastar públicamente bienes incautados a las organizaciones criminales y sus integrantes, pero la subasta de este sábado tiene todos los condimentos: bienes de lujo, históricos e insólitos. Además, un reconocido boxeador participó por un auto exuberante.
La de este sábado fue la tercera subasta convocada por la gobernación santafesina desde el inicio de la gestión de Pullaro, de la UCR, luego de las convocadas en abril y septiembre de 2024, y por las que ya se recaudaron más de 1.100 millones de pesos, según la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD), institución provincial a cargo de este tipo de eventos.
Se trata de bienes inmuebles y materiales que constituyeron, en su momento, una metodología de lavado y reproducción de activos. Sobre lo subastado, algunos aspectos resultan llamativos. En su gran mayoría son rodados de distinto tenor: desde autos importados de altísima gama hasta motos de baja cilindrada y, en ocasiones, castigadas por un uso abusivo.
Este sábado, en el Salón Metropolitano de Rosario, la Gobernación subastaba, por ejemplo, una Maserati Levante modelo 2018 cuyo precio base fue de 50 millones de pesos (es decir, menos de 40 mil dólares).

Casi 400 caballos de potencia y una aceleración de 0 a 100 kilómetros en cinco segundos: todo un lujo que, sin embargo, sirvió al delincuente que la compró más para la ostentación que para el aprovechamiento de esas especificaciones, dado que el tacómetro marcaba, al momento de ser incautada, un kilometraje de módicos 781 kilómetros.
Quien se inscribió para acceder a ella es Marcos «El Chino» Maidana, boxeador doblemente campeón del mundo (en peso súper ligero y en welter) y quien es oriundo de Santa Fe, aunque finalmente no alcanzó a realizar la mejor oferta y la lujosa Maserati se irá para la provincia de Río Negro, dado que quien desembolsó los 136 millones de pesos para quedársela tiene domicilio en esa provincia. El precio, al final de la puja, fue más acorde al valor de mercado de esa «nave», que oscila entre los 90 y los 150 mil euros.

Otros autos y camionetas más terrenales también eran usados para lavar dinero del delito o bien para que éste se concretara: Toyota Hilux SW4 4×4 con dos años de antigüedad, otra con casi diez; Volkswagen Vento 2.0 GLI; Jeep Renegade; Renault Clio; o Chevrolet Corsa. Infaltable un Gol Trend.
Si lo incautado a narcos y delincuentes representara un concesionario, éste tendría para todos los gustos. Además, autos de colección, verdaderas reliquias: un MG Midget modelo 1946 o 1947 y sin kilometraje visible ni llave, por dos millones de pesos de precio base; como tampoco los tenía el Triumph TR3 modelo 1958/9, con tres millones de piso de subasta.

Un viejo colectivo Mercedes Benz 1114 modelo 1984 sin kilometraje visible, aunque se presume ancho como la historia de ese modelo, que llenó las calles argentinas por décadas. Se fue por 22 millones de pesos. Motos de baja cilindrada (110 o 150cc), ninguna muy llamativa, aunque sí las motos de agua, que en la subasta cotizaron entre el millón y medio de pesos y los cinco. Un monopatín eléctrico y una moto y un cuatriciclo «mini», los tres juntos por medio millón de precio base.
La casa que le ganó al Maserati como la subasta más cara
Los inmuebles incautados y subastados este sábado fueron tres, ambos en Barrio Cerrado Puerto Roldán, en las afueras de Rosario, a casi 25 kilómetros al oeste del centro de esa ciudad. Un lote de más de 1.200 metros cuadrados de extensión y con varios millones de deuda tenía un piso de 120 millones de pesos para subastar.

La puja elevó el desembolso hasta los 183 millones, aunque quien salió adjudicado además deberá hacerse cargo de levantar las deudas. En el mismo barrio cerrado, otros dos inmuebles aún en construcción fueron subastados también (uno de ellos llegó al podio de los más caros, por 75 millones de pesos).
Pero no acaba ahí: había también un lote de 130 paquetes de perfiles de aluminio, perfilería de ese mismo metal y siete pallets de porcelanato que fue incautado; al igual que un segundo lote consistente en una máquina de hacer ladrillos, 28 pallets de ladrillos tipo adoquín y casi 300 pallets de ladrillos ecológicos.

En total, este sábado en el Salón Metropolitano de Rosario se subastaron 116 bienes incautados y para participar de la compulsa se habían inscrito 3.650 personas de todo el país.
Todos los lotes tuvieron comprador. La recaudación trepó por encima de los 1.202 millones de pesos, superior a la que habían dejado -sumadas- las dos subastas anteriores.