Los trabajadores de Renfe y Adif han conseguido descafeinar de manera importante el traspaso de Rodalies a la Generalitat a cambio de desconvocar la huelga que debía empezar este lunes. El acuerdo alcanzado entre la mayoría de los sindicatos presentes en los comités de empresa y el Ministerio de Transportes revierte una parte importante de los pasos dados durante los dos últimos años para que el Govern asumiese más competencias en Rodalies.
Los representantes de los trabajadores pedían un blindaje de sus garantías laborales y la solución escogida pasa por integrar la nueva sociedad mercantil Rodalies Catalunya SA dentro del grupo Renfe a todos los efectos, como si de una filial se tratase, de manera que estén acogido a su convenio colectivo y al resto de acuerdos laborales vigentes. Para conseguirlo es necesario dar marcha atrás en la propuesta inicial de que la Generalitat tuviese el 51% del capital social de la empresa mixta y el Gobierno el 49%. El compromiso del ministro Óscar Puente con los sindicatos es que más de la mitad corresponderá a Renfe Viajeros y el resto quedara en manos de la administración catalana.
El porcentaje concreto no se detalla en el acuerdo final con los sindicatos al que ha tenido acceso La Vanguardia. Tampoco se determina el reparto del consejo de administración, que iba a formarse con cuatro miembros de Renfe Viajeros y cinco de la Generalitat. Todo ello se deberá definir en los estatutos de la empresa mixta, que ya están prácticamente redactados desde hace unas semanas y deberán retocarse antes de presentarlos en los próximos días.
De este modo, se garantiza que la operadora pública española mantiene el control efectivo de la nueva compañía y la Generalitat pasa a jugar un papel más simbólico, aunque será quien elija al futuro presidente del consejo de administración de la sociedad. También se establecerá el domicilio social de la nueva empresa en Catalunya, según fuentes implicadas en la negociación pese a que ninguna de las dos cuestiones consta por escrito en el acuerdo.
Adif seguirá encargada de la infraestructura de la línea del Maresme aunque la titularidad pase a la Generalitat
Por otro lado, la Generalitat pasará a ser titular de la infraestructura de la línea del Maresme, la R1 entre Sagrera y Maçanet-Massanes, aunque seguirá en manos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) como hasta ahora. Lo canalizarán a través de una encomienda de gestión o algún instrumento equivalente por el plazo que legalmente se establezca.
Con este cambio de fichas en el tablero, se garantiza la paz social con los sindicatos de ambas empresas públicas. Al mismo tiempo, por detrás, se les garantiza a los responsables del departamento de Territori que algún día –no se detalla cuándo– la empresa pasará a ser de mayoría catalana, aunque eso es un compromiso verbal y el de los sindicatos queda firmado por escrito.
ERC da un margen de dos años para buscar mecanismos que den la mayoría de la nueva empresa a la Generalitat
El mismo mensaje se ha trasladado a ERC, que está dando confianza al Ejecutivo de Pedro Sánchez pese a que las concesiones hechas cambian sustancialmente lo pactado hace dos años en el acuerdo de investidura. Los republicanos han estado informados en todo momento de las negociaciones y dan a los socialistas un margen de dos años para encontrar los mecanismos adecuados que permitan modificar la participación accionarial de la nueva empresa mixta.
Conscientes de que el traspaso de Rodalies es “un reto de una envergadura muy compleja”, a través de un comunicado aseguran incluso que formar parte del grupo Renfe “presenta una serie de ventajas operativas y de aceleración del proceso de arranque de la nueva sociedad”. Una vez puesta en marcha y pasados dos años, entonces creen que será el momento de pasar a darle la mayoría accionarial de la empresa a la Generalitat. En todo caso, ese escenario, según el acuerdo, se realizará con “la participación de los representantes legales de los trabajadores”, los mismos que esta vez ya se han opuesto a ello, igual que hicieron en el 2023.
Las negociaciones se han alargado durante toda la tarde del domingo en Nuevos Ministerios y no se ha dado por cerrado el acuerdo hasta pasadas las ocho de la noche, cuando apenas faltaban cuatro horas para el arranque del primer paro de 24 horas. En lo que afecta a los usuarios de manera inmediata, los trenes circularán este lunes con relativa normalidad ya que el Semaf, CC.OO. y UGT desconvocaron la huelga tras firmar el acuerdo. La CGT es el único sindicato que no bendice el pacto, aunque su representación entre el personal de Rodalies es mínima.
“Tanto el Ministerio como la Generalitat y los sindicatos valoran que el acuerdo alcanzado surge del esfuerzo para unir la legítima defensa de los derechos de los trabajadores, la prestación del servicio público ferroviario y el cumplimiento de los acuerdos”, han apuntado las administraciones a través de un comunicado tras firmar el acuerdo.
Pese a que la actividad en las oficinas de Renfe es frenética e inusual para un domingo por la noche, la semana arrancará con ciertas alteraciones ya que la operativa ferroviaria estaba preparada para los servicios mínimos y no se podrán reubicar todos los trenes en tan poco tiempo para prestar el servicio completo, así que las cancelaciones y los retrasos estarán a la orden del día.
Trenes suprimidos a primera hora y algún retraso pese a la desconvocatoria
Algunos trenes han sido suprimidos a primera hora de la mañana y hay retrasos puntuales pese a la desconvocatoria de la huelga. Según ha informado Rodalies, el motivo de las afectaciones se debe a que el pacto entre Ministerio de Transportes, Conselleria de Territori y los sindicatos se hizo “a última hora”, y hay algunos problemas para reprogramar servicios que ya se preveían suprimidos de acuerdo con los servicios mínimos. Por otra parte, hay una incidencia técnica de un tren en la estación de plaza Catalunya que puede incrementar el tiempo de recorrido en las líneas R1, R3 y R4.