
La capital italiana se encuentra en el top tres de las ciudades que más conservan patrimonio histórico a nivel mundial. No es un dato que se refiere solamente a Occidente. Hablamos de una ciudad que guarda monumentos de más de dos mil quinientos años, y que en algunos casos siguen siendo de utilidad para los transeúntes, turistas y locales.
Como toda ciudad arraigada a su cultura milenaria, y fundacional de una cultura que hasta el día de hoy nos compone, la interpretación del arte y los espacios que se crean para ello, también suelen tener un sesgo clásico.
Es un efecto casi invisible, pero lógico. En la capital italiana encontramos un museo de arte contemporáneo, el MAXXI, diseñado por la famosa arquitecta Zaha Hadid, pero no es el punto que resalta. Roma convive con el barroco de Caravaggio en las iglesias de Piazza Navona, y el renacimiento de Buonarrotti donde quiera que se camine. En medio de un epicentro de historia tan antigua, un hecho de vanguardia rompe la armonía. Hay una resistencia tácita, involuntaria.

En esta escena, el artista argentino Matías Ercole, busca, impulsa y encuentra, un espacio activo, dinámico y continuamente alerta, para el arte contemporáneo. El desafío es aún mayor, poner en marcha un equilibrio conviviente.
Roma se presenta como una ciudad muy estimulante en relación al arte contemporáneo, comenta Matías Ercole al abrirnos las puertas de Oro, el espacio cultural orientado al arte contemporáneo que junto a la curadora italiana Benedetta Casini, gestionan en la ciudad eterna.
Es uno de los tantos -pero no muchos- entre centros y galerías de arte contemporáneo, que operan en la capital. Hay cada vez más proyectos respecto al arte contemporáneo pero es cierto que hoy por hoy no es una ciudad referente dentro del ámbito, continúa Ercole que a principios de marzo fue parte de ArcoMadrid, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más relevante de España.
En relación a la expresión artística contemporánea en Roma, Matías considera que existe una suerte de conflicto entre el deseo y las posibilidades reales de desarrollo, porque claramente las relaciones entre las tradiciones y la historia son muy fuertes. Por eso para quien decide establecer o generar un estilo contemporáneo es todo un desafío por las características y las potencialidades que tiene Roma.

En todo ese contexto nace Oro, espacio para el Arte Contemporáneo que resuena en la ciudad y es gestionado por Matías Ercole y Benedetta Casini. “Es un proyecto que nace de nuestro encuentro, nos conocimos en Argentina y nos reencontramos en Italia”, explica Matías. “Entre los dos logramos entender una escena, que al inicio nos era ajena, pero atentos a esa necesidad de generar un puente y un diálogo, entre Argentina y América Latina e Italia”, en el ámbito del arte contemporáneo.
En ese sentido, la idea de impulsar este espacio en Roma, fue el resultado de esa “deuda pendiente” que existía en la capital italiana en conexión con Argentina y el resto de los países latinoamericanos. Este lugar, situado en el tradicional y pintoresco barrio de San Lorenzo, tiene un espíritu propio. Es un espacio desligado a las dinámicas del mercado, afirma Matías Ercole, y es que Oro no se acude a comprar obra, como una galería clásica, sino a conocer lo que Argentina o el Cono Sur tienen para ofrecer a nivel artístico de vanguardia.
El espacio es visitado por artistas, curadores, y galeristas, cada vez con mayor frecuencia y afluencia. El artista argentino destaca una línea que los representa y es que tiene que ver más con lo afectivo o colaborativo, y con las ganas más que con los recursos. Algo que suele encontrarse en Argentina encontramos: espacios artísticos que tiene esta finalidad.
El efecto es multiplicador. El detalle también fundamental que plantea Matías Ercole es que los agentes artísticos que vienen a Oro se encuentran con otras miradas y con otros artistas, que si bien para nosotros son los que hemos estudiado o los que valoramos dentro de nuestros contextos, en Italia se los conoce poco o en algunos casos no se los conoce en absoluto. Entonces Oro se transforma en un eje promotor y también de contención desde este lado.

Al momento han pasado por Oro, artistas como Ana Gallardo, Leopoldo Estol, Luciana Lamothe, Tomás Maglione, Fabio Kacero, Imprenta Rescate, entre otros argentinos que encuentran en este espacio un punto de conexión y visibilidad. Y en agenda, Matías hace mención a Fabián Ramos, -que en los próximos meses se exhibirá en Oro-, y destaca que el argentino actualmente es uno de los residentes de la Academia de España en Roma.
Matías Ercole nació y se formó en Buenos Aires. La Academia Nacional de Bellas Artes lo incluyó en el Tomo XIII de Historia General del Arte en la Argentina, su nombre, pero principalmente su obra, forma parte de una historia en la que conviven Antonio Berni, Marta Minujin, Delia Cancela, entre tantos artistas de talla internacional: “mi trabajo se incluye en el capítulo que da cuenta del Dibujo en la Argentina en los últimos 20 años”, detalla.
Su currículum es extenso, y actualmente su obra se encuentra en exposición en distintas partes del mundo. Además de participar en la Feria ARCOMadrid con la Galería Jorge López de España, también forma parte de un proyecto instalativo de carácter público y de sitio específico, que se inaugurará en el mes de abril, para Neiman Marcus Mall en Bal Harbour, Miami, con obras de grandes formatos que entran en relación con la arquitectura: espacios aéreos, techos, columnas. En programación, también, desarrolla una muestra personal en Buenos Aires para el segundo semestre del año.
El arte contemporáneo abre lugar, mira al presente y al futuro, genera aires, permite tomar distancia y ver qué está pasando. Es la descripción que realiza Matías Ercole desde Roma, y que materializa en este espacio que se presenta como un nuevo escenario para artistas y curadores, residentes y pasajeros, en la ciudad donde todos los caminos conducen.
[Fotos: gentileza espacio cultural Oro]